El despido número 17 en la empresa pública provincial Imelsa tiene nombre y apellidos. Se llama María Escrihuela y ha ejercido de responsable de recursos humanos de la mercantil desde que el exgerente Marcos Benavent tomó las riendas de la sociedad. Ha sido, de hecho, la persona que ha llevado el día a día de Imelsa. El nuevo equipo directivo de la sociedad, que comandan los cogerentes Josep Ramón Tíller y Agustina Brines, ha pactado ya las condiciones de su despido con la propia interesada, que, según fuentes de la diputación, ha mantenido una actitud «positiva» y «profesional» con los nuevos gestores.

Escrihuela declaró en la comisión de investigación sobre el caso Imelsa que en el tramo final de la pasada legislatura se constituyó en la diputación cuando saltó el escándalo del presunto saqueo de la empresa pública, vinculado a la macrocausa judicial que investiga el supuesto pago de mordidas por la adjudicación de contratos en administraciones del PP.

De momento, la directiva seguirá en la empresa hasta mediados de noviembre, según las mismas fuentes. Porque quieren que dé el relevo a persona que asuma ese cargo y que saldrá del proceso de selección actualmente en marcha. Imelsa puso en marcha un concurso de méritos para elegir nuevo jefe de personal. Se presentaron más de cuarenta aspirantes pese a que la convocatoria apenas dio cuatro días de plazo para concurrir, con un fin de semana de por medio.

Una vez revisados los currículums presentados para comprobar si se ajustan a las bases, se ha previsto realizar una entrevista personal y un test psicotécnico, entre otras pruebas antes de nombrar la semana que viene al elegido.

Paralelamente se ha convocado también una plaza de responsable de Brigadas Forestales, departamento que se va a remodelar.