­­

­Usted ataca el tópico de que «una copa de vino o cerveza es saludable».

Sí, porque los efectos saludables del alcohol nunca se han demostrado científicamente. Eso no quiere decir que no pueda serlo, pero no vale hacer apología de ello sin que haya demostraciones. En cambio, sí está demostrado que el alcohol es perjudicial para todo el organismo.

­¿Por qué hay tan baja percepción de los daños del alcohol?

Porque somos un país vitivinícola y la vida social del país pasa por el consumo social de alcohol: desde un bautizo hasta la reunión posterior al trabajo. Eso ha normalizado este tipo de comportamientos que no son inocentes desde un punto de vista de salud pública.

­¿Y cómo cambiarlo?

Esto que llamamos consumo normal tiene poco de normal. La percepción que tienen los españoles de lo que beben y del nivel de neurotoxicidad que incorporan está muy distorionada. Admiten beber cantidades neurotóxicas importantes, yen cambio creen que no supone daño. Pero el daño existe, por supuesto.