El cardenal arzobispo de Valencia Antonio Cañizares aseguró ayer que «jamás» pensó en renunciar tras las críticas suscitadas por su intervención en el Fórum Europa en las que se preguntaba «si la invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio». El prelado, que ya pidió «perdón a los refugiados, perseguidos y emigrantes venidos a España en los últimos meses», cree sin embargo que ha sido «calumniado».

Antonio Cañizares realizó estas declaraciones tras reunirse ayer con el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España. Riay Tatary, con el objetivo de «poner en común todos los medios disponibles y coordinar la respuesta asistencial para prestar la mejor atención posible» a los refugiados llegados a la Comunitat Valenciana.

«Jamás, jamás»—enfatizó el arzobispo— pensó en renunciar pese al rechazo que generaron sus palabras sobre los refugiados, en las que se preguntaba si la «invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio». «Se me ha calumniado y se ha mentido. Así de claro. Lo tengo que decir con la voz muy alta y con el dolor que produce cuando uno es calumniado», declaró el arzobispo de Valencia.

Pide colaboración

Antonio Cañizares pidió la «colaboración» de los medios de comunicación para que expliquen que «lo que queremos es ayudar a los refugiados y que no expresen lo que no he dicho jamás». El cardenal anunció que en su próxima carta pastoral, que sitúa «la caridad por encima de todo», donde abordará la posición sobre los refugiados. «Hay una carta sobre los refugiados donde digo todo lo contrario que han dicho algunos medios y algunos políticos y eso no puede ser.

El presidente de la Comisión Islámica, Riay Tatary, salió en auxilio del cardenal arzobispo de Valencia diciendo que sabía «perfectamente» que Antonio Cañizares «no quiso decir esto» y añadió que la reacción hacia sus palabras «no ha sido la adecuada».

Ambos insistieron en la necesidad de «ponerse a trabajar» ya. «Dentro de poco tiempo llegará a España un número importante de refugiados que estamos dispuestos a acoger y a colaborar mutuamente para facilitarles la lengua, casas y residencias, donde dignamente sean verdaderamente respetados y acogidos, y también a buscarles conjuntamente un trabajo digno», afirmó el cardenal arzobispo de Valencia.