Los primeros Presupuestos de la Generalitat del tripartito, los de 2016, nacerán con el mismo pecado original de los últimos del Consell de Fabra: la inclusión de una partida de ingresos —de 1.300 millones— sobre la que no hay garantía de cobro y que, en el caso del Consell de Ximo Puig y Mònica Oltra, se vincula a la mejora tras la reforma del sistema de financiación autonómico. Un escenario de incertidumbre ante el que, en caso de fracaso en la reivindicación, no hay «plan b», más allá de «manifestarse ante la Delegación del Gobierno», como ayer admitió de forma gráfica el conseller de Hacienda, Vicent Soler. De este modo, si no llega ese dinero, el programa social que recogen las cuentas, que bajan un 0,2 % al pasar de los 17.191 millones de este ejercicio a 17.155, se derrumbará como un castillo de naipes y el Consell se verá abocado a impagos y a más déficit (al menos, el 1,7 % del PIB, 1.700 millones, cuando el tope fijado por el Gobierno es el 0,3 %, algo más de 300 millones).

Soler y la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas comparecieron tras el pleno del Ejecutivo que aprobó el proyecto de presupuestos que hoy entregarán a las Corts. Unas cuentas que, incorporando también las empresas y organismos, ascienden a 18.370 millones, frente a los 18.209 millones de 2015, lo que supone un incremento del 0,9%. Las operaciones no financieras (en las que no se incluye la refinanciación de vencimientos, que distorsiona el dato global) crecen un 2,4 %, de 13.001 a 13.314 millones.

«Son los Presupuestos del Pacto del Botánico», enfatizó Oltra, de forma que las cuentas del Gobierno PSPV-Compromís, para las que se ha contado con Podemos, marcan «un cambio de modelo» y de las «prioridades». La otra clave es cómo se han cuadrado. Soler se mostró «satisfecho» con un proyecto en el que se han «ajustado» las partidas de gasto e ingresos «a la realidad», suprimiendo, por ejemplo, los ficticios 390 millones por venta de inmuebles que puso el Consell del PP. ¿Cómo se ha tapado el boquete abierto por este ajuste? Soler reivindicó entonces que el propio Gobierno central ha reconocido que los valencianos están infrafinanciados en 1.300 millones (259,2 euros por habitante por debajo de la media), con lo que se sienten «con autoridad moral» para imputar esos recursos con cargo a la reforma del sistema de financiación.

La maniobra evoca la que hizo el Consell de Fabra con las cuentas de 2015, que cuadró incluyendo 1.057 millones del Fondo de Competitividad que se cobrará en 2017 y otros 591 por venta de patrimonio e impuesto a los bancos que no iba a percibir. Oltra, como portavoz adjunta de Compromís, denunció al Consell y al grupo popular en el TSJ por prevaricación y malversación. La demanda se archivó. Ayer la vicepresidenta alegó que entonces denunció «precisamente» para que ahora un Consell de izquierdas pudiera computar también meras previsiones de ingresos. «Somos gente previsora», dijo. No obstante, defendió que la «diferencia» con el PP es que éste «presupuestó venta de inmuebles que nunca se iban a vender». «Nosotros no escondemos nada. Obviamente, no tenemos esos 1.300 millones, pero lo decimos y tenemos derecho; es la diferencia entre un presupuesto trampa y el de un Gobierno decente». Los 1.057 millones del fondo, además, cuadraron las cuentas pero no valían para el déficit, al ser un adelanto.

«La situación es de emergencia»

La número dos del Consell recalcó que el PP «no tenía cobertura legal» y ellos no la tienen del Gobierno pero «sí legal», la Constitución y la LOFCA, que hablan de un reparto equitativo de recursos. Soler añadió que el Gobierno es conocedor de esta reclamación porque figura en el Plan Económico Financiero (PEF) que entregó el pasado día 5. «A lo mejor España se rompe y no es por Cataluña», asestó Oltra en referencia a la «desigualdad» que sufren los valencianos.

El interés al 0 % de Montoro se gasta en las conselleries y no en bajar déficit

Todas las conselleries crecerán en gasto, algunas considerablemente en cifras absolutas, como Sanidad, 417 millones más, y sin embargo, el presupuesto baja un 0,2 %. ¿Dónde está el ‘truco’? «Es posible porque el Servicio de la Deuda baja por los tipos de interés», indicó el conseller de Hacienda, Vicent Soler. La alusión se refería al plan del ministro Cristóbal Montoro de la deuda del fondo de rescate del Gobierno al 0 % de interés. En las cuentas de 2015, el Consell computó 990 millones para intereses que luego no necesitó al aprobarse la condonación de los aplicados al FLA. En 2016 ese capítulo cae un 68 % y se queda con 306 millones. Así, se genera un ahorro de 673 millones. Estos se añaden a los 286 por la bajada del 7,2 % en las amortizaciones de deuda, que quedan en 3.697 millones. Total, una ‘bolsa’ de más de 900 millones que se han podido asignar a más gasto de conselleries y no a una rebaja del déficit. Oltra, por otro lado, no quiso dar el dato del gasto social (que el PP situaba en el 80 %) al considerar que era una «gran mentira».

El titular de Hacienda indicó que los ingresos por el modelo aumentarán en 1.048 millones, de 8.072 a 9.120 millones, un 13 %, derivado del aumento de los anticipos para 2016 (de 7.484 a 7.875) y de la liquidación del año pasado (de 589 a 1.245). Con todo, pintó un panorama dramático: «La situación es de emergencia, la peor de España».