El Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil calcula que alrededor del 85 % de los ciberdelitos de los que son víctimas los ciudadanos consiste en fraudes y estafas, aunque, por el bien a proteger, este equipo dedica la mitad de sus recursos a los delitos a través de internet asociados a menores.

Así lo ha destacado a Efe el jefe de este Grupo, el comandante Óscar De la Cruz, que ha participado en el congreso nacional de ciberseguridad que se celebra estos días en Valencia y en el que expertos del Ministerio de Defensa, Naciones Unidas, Policía Nacional, Guardia Civil, Instituto Nacional de Ciberseguridad y empresas informáticas analizan los retos del sector.

Según ha informado De la Cruz, entre el 80 y el 85 % de los ciberdelitos que se cometen en España consiste en fraudes y estafas relacionadas con falsificaciones de productos, tiendas falsas, vales de descuento fraudulentos o servicios bancarios y de comercio electrónico para sustraer contraseñas a los usuarios (conocido como 'phishing').

Además, si los fraudes comerciales acumulan el mayor número de denuncias, los ataques de 'ramsomware' (encripta los ficheros del equipo y pide rescate para liberarlos), los ataques de denegación de servicio a webs de empresas y las extorsiones de todo tipo relacionadas con estos ataques también son frecuentes en la red.

No obstante, en estos delitos el perjuicio es patrimonial (dinero y, "mejor o peor, se puede reponer", pero "luego hay otra tipología delictiva asociada a los menores que, si bien tiene menor incidencia que otros delitos, por el bien que se protege, supone una carga mayor de trabajo".

Por ello, el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil dedica actualmente "la mitad" de sus recursos a estos delitos cometidos por menores o sobre los mismos.

En el campo de la ciberdelincuencia en general, el comandante De la Cruz ha subrayado que "el reto" es la globalidad del fenómeno, ya que "el autor del hecho no está aquí, sino que hay que ir a buscarlo a otro país, y esto ya depende de la cooperación internacional, de los países con el que estés trabajando".

Otro de los retos, en este caso técnico, lo encarnan los sistemas de anonimato y el cifrado de la información en internet, "escollos que no permiten investigar de un modo más sencillo o a modo clásico (salir a calle y montar una vigilancia), lo que complica mucho la investigación".

A pesar de los avances tecnológicos, ha advertido de que cualquier persona no es anónima en internet, y que este "anonimato al cien por cien no existe" en la red.

"Se pueden poner trabas para dificultar esa trazabilidad de las comunicaciones, pero el que diga que el anonimato total existe está equivocado, pues siempre hay alguna brecha de seguridad que alguna vez la aprovechan los malos, pero otras, nosotros para detenerles", ha insistido.

Preguntado por el acoso escolar, trasladado ahora también a internet, ha dicho que resulta "evidente" que ha cambiado la manera de delinquir, y ha puesto como ejemplo el ciberbulling, que "no deja de ser la evolución del acoso escolar tradicional".

"Lo que sucede es que, antes, el acosado llegaba a casa y podía descansar, pero no así ahora, que el ataque es permanente, 24 horas, en redes sociales y continuo", ha indicado antes de su intervención en el congreso, titulado "Gobernando la ciberseguridad" yorganizado por la Information Systems Audit and Control Asociation (Isaca).