El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, calificó ayer el proyecto de presupuestos de 2016 de «papel mojado», y recordó que el año pasado Compromís „formación ahora en el Consell„ denunció las cuentas del PP por «ficticias». Motivo por el cual, en su opinión, debería hacer lo mismo ahora «por coherencia política», puesto que se ha incluido en el presupuesto del año que viene una partida de 1.300 millones de la que no dispone.

Todos los grupos parlamentarios coincidieron en dar «un voto de confianza» a las cuentas públicas, excepto el PP, que dijo no conocerlas todavía. La coordinadora general del partido, Eva Ortiz, afirmó que su partido analizará en profundidad los presupuestos para conocer, entre otras cuestiones, de dónde sale la partida de 1.300 millones de ingresos con cargo a la futura financiación autonómica.

La portavoz de Ciudadanos, Carolina Punset, aseguró que no ven bien la inclusión de esos 1.300 millones, pero entienden que «hoy por hoy es la única solución para cuadrar las cuentas que tiene el Consell». Respaldó el incremento en partidas sociales y en I+D+i pero consideró que el bipartito «está fallando estrepitosamente» en la gestión del gasto y de los recursos públicos, especialmente si inicia la vía judicial en el tema de la financiación autonómica.

El portavoz de Podemos, Antonio Montiel, destacó el «giro social», aunque anunció que seguirán trabajando para mejorar algunos aspectos que considera claves a través de la presentación de enmiendas parciales. Desde Compromís, su portavoz en la comisión de presupuestos de las Corts, Jordi Juan, defendió unas cuentas en las que la previsión de ingresos es «más realista» que la que hacía el PP.

El portavoz socialista, Manuel Mata, aseguró que las cuentas del próximo año no hacen «trampa» al no incluir partidas ficticias, y «devuelven la dignidad a los valencianos», y afirmó que aunque son los primeros del gobierno de progreso, no son los primeros «de la nueva era», que serán los de 2017.