La partida presupuestaria de la Conselleria de Sanitat Universal comienza a ser creíble, al menos en lo referente al gasto farmacéutico que en la previsión financiera de 2016 se sitúa en 1.045,3 millones de euros, un 18,1% más que el año anterior, lo que se traduce en 160,5 millones de diferencia y a favor de lo que se contemplaba en 2015 que se dedicaron 884,8, que antes de comenzar el año ya se sabía que se quedarían cortos.
El departamento que dirige Carmen Montón contará para 2016 con un presupuesto de 5.909 millones de euros, lo que representa un 34,4 % del total de la Generalitat Valenciana y supone un incremento del 2,4 % de un año a otro que, en contante y sonante, son 417 millones más.
En la relación presupuestaria hay dos hechos que llaman la atención: el primero es que el capítulo de las inversiones reales se queda prácticamente como el año pasado, es decir se pasa de 67,6 millones a 67,8, un crecimiento de apenas un 0,3 %. Dos de esos millones van destinados a la construcción del nuevo hospital La Fe (laboratorios, centro de investigación..), otros 2,7 a la construcción de centros de salud y 8,6 a obras de reforma en centros de salud de atención primaria.
Más llamativa es la cuantía que se dedica a prestaciones externas, que recoge todos los servicios asistenciales que se hacen con recursos que no son públicos y que pasa de 207,6 millones de euros que se presupuestaron en 2015 a 248 millones para el próximo ejercicio, es decir un incremento de un 19,5 %. ¿Tiene sentido que un gobierno que potencia lo público aumente un 20 % la partida dedicada a la concertación externa?
La respuesta que mejor parece encajar es que quizá para 2016 la cantidad presupuestada sea la real, mientras que en años anteriores no, aunque luego se disparara.
De hecho, a los conciertos con centros hospitalarios „cinco hospitales gestionados en concesión administrativa„ se dedicarán el año próximo 87,6 millones; paradójicamente en 2015 a esta misma partida se destinaron 61,2 millones. A trabajos realizados por otras empresas y profesionales, 16,4 millones (en 2015 fueron 11,51) y a conciertos asistenciales a centros no hospitalarios, 3,9 millones (2,7 el año pasado).
Sin embargo, para hemodiálisis externa se ha destinado mucho menos: 29,5 millones (48,5 en 2015) y para asistencia concertada con especialistas, bastante más: 120,5 millones frente a los 91,2 de este año.
