La presidenta del PP, Isabel Bonig, equiparó ayer los Presupuestos de la Generalitat para 2016 a «comprar un coche de alta gama con cargo a la lotería del 22 de diciembre» previendo «que le va a tocar», en alusión a la consignación de ingresos de 1.300 millones con cargo a la reforma del sistema de financiación autonómica que reivindica el Consell y le han servido para cuadrar las cuentas. «Si no toca, ¿quién pagará el 23 de diciembre?», se preguntó Bonig, para responderse que debería hacerlo el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

La popular, que sostuvo que las cuentas «del tripartito, porque Podemos ha participado, son menos sociales que las últimas del PP, un 0,6 % menos», consideró una «irresponsabilidad» incluir esos 1.300 millones pero añadió que no irá a los tribunales, como hizo Compromís, porque no quieren «judicializar la política».

La síndica del PP en las Corts, que criticó que «por primera vez» los presupuestos no incluyen una previsión de creación de puestos de trabajo, censuró que el Consell haya creado «un aparato administrativo que costará 4 millones» para gestionar «el aumento de 600.000 euros en el presupuesto para la Conselleria de Transparencia».

Le replicó el conseller de Hacienda, Vicent Soler, quien aseveró: «La mejora de la financiación no es una lotería, es un derecho que hay que reclamar». Para Soler, a Bonig «le ha traicionado el subconsciente», ya que «la mejora del sistema no depende de la suerte o de una supuesta generosidad mal entendida del Gobierno».

«Una financiación justa y suficiente para atender a los 5 millones de valencianos es un derecho, y los derechos se reclaman y reivindican». También el secretario autonómico Julián López consideró «ridícula» la comparación de la popular y advirtió que el lunes Puig no le va a pedir a Rajoy «un boleto de lotería, sino un trato justo a los valencianos».

C's: «Generarán deuda»

Por su parte, Ciudadanos valoró el «cambio de prioridades» del Consell pero criticó que los presupuestos «generarán deuda, impagos y frustración en la ciudadanía», ya que «están basados en una supuesta mejora de la financiación» e «incrementan el gasto público», manifestó el diputado en las Corts David de Miguel.