El nuevo gerente del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, Enrique Alborch, se ha marcado el reto de convertirlo en un centro «de excelencia», de manera que sea «atractivo y apetecible» tanto para su propio personal, como para poder atraer a investigadores de fuera.

El investigador y profesor valenciano no entra a valorar la labor de quienes la han precedido en el cargo, si bien considera «una evidencia» que aquello para lo que se diseñó este centro «no se ha alcanzado en el momento actual», y «cada uno debe asumir la responsabilidad que tenga en ello».

Alborch, de 72 años y con una experiencia investigadora y de gestión de 43 años, admite que es «un reto importante» reconvertir el CIPF, que en estos momentos, tras el expediente de regulación

de empleo que se acometió en 2011, cuenta con una plantilla de 128 personas y con 15 líneas de investigación abiertas.

Desde el punto de vista científico, su intención es que los 15 grupos de investigación se agrupen en torno a dos o tres áreas y orienten su actividad hacia la investigación aplicada, así como que converjan con científicos de grupos ajenos al propio centro.

Asimismo, trabajará para incorporar al CIPF investigadores que en estos momentos están en otros centros o instituciones, para potenciar e integrarse en líneas de investigación ya existentes.

Su tercer objetivo en este ámbito es la incorporación de algún científico nuevo procedente de fuera, a ser posible con una línea de investigación ya consolidada y con una captación de recursos externos importantes, lo que podría ser «tentador para científicos valencianos relativamente jóvenes pero ya consolidados» que quieran retornar.

Desde el punto de vista económico, Alborch admite que uno de los problemas del CIPF es la «escasa» captación de recursos externos, lo que quiere combatir mediante acuerdos con empresas, por ejemplo para el alquiler espacios del centro mediante acuerdos económicos que «beneficien a la financiación del centro», no como hasta ahora.

Se requieren donaciones

Así, se potenciará que los investigadores sean conscientes de que su labor debe «autofinanciarse», y se buscarán donaciones para la investigación por parte de instituciones, empresas o bancos, algo que «no es fácil en época de crisis», pero eso «no quiere decir que no haya que intentarlo», afirma.

El nuevo gerente señala que la financiación de la Conselleria de Sanidad en ahora es «imprescindible» para que el CIPF pueda funcionar, aunque «lógicamente no es suficiente para realizar toda la investigación» del centro.

Asegura que no se han establecido plazos para lograr que el valenciano sea el centro de investigación de referencia «que debe ser», un objetivo que afronta «con ilusión» y que quiere que consigan «entre todos», por lo que pide a los investigadores que estén «tranquilos y tengan confianza», pues va a dialogar con todos.