A las 17:30 horas de esta tarde, 130 días después de ser investido presidente, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tiene cita en la Moncloa. Mariano Rajoy le ha hecho finalmente un hueco en su agenda tras varias peticiones, por teléfono y por carta. Le recibe cuando la legislatura está agotada y sin margen para tomar ninguna decisión, con los Presupuestos del Estado ya elaborados y presentados, y en una jornada en la que, además de ver a Puig, Rajoy tendrá un maratón de encuentros con Alberto Garzón, líder de IU, para hablar de Cataluña; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.

Puig dispondrá de poco más de una hora. Ha sido convocado a las cinco y a las seis y media el presidente tiene prevista otra reunión. Un cúmulo de circunstancias que abundan en la sensación de mero trámite pero que no ha impedido que Puig lleve bajo el brazo un puñado de reivindicaciones a su encuentro con el presidente del Gobierno.

FINANCIACIÓN

Un gesto «extraordinario» para afrontar el próximo ejercicio

La financiación ha sido el tema estrella de los últimos cuatro años en la política valenciana y probablemente será la primera reivindicación del jefe del Consell a Rajoy. El Palau amenazó incluso hace un par de semanas con acudir a los tribunales si el presidente del Gobierno no recibía ya a Puig para hablar sobre este tema. En sus visitas a la Comunitat Valenciana, Rajoy ha pasado muy de puntillas sobre un tema que ha puesto en una posición incómoda a su partido.

En el último viaje a Valencia, hace un mes, Rajoy reconoció la infrafinanciación, pero no fue más allá de justificar que no ha reformado el sistema que maltrata a los valencianos porque la situación económica era mala.

Sobre este asunto, aseguran desde la Generalitat, Ximo Puig tiene intención de pedir a Rajoy alguna «medida extraordinaria» que suponga un reconocimiento explícito de la infrafinanciación. El Palau se niega a aceptar que aunque la legislatura esté agotada, Rajoy y Montoro no tengan margen de maniobra para tomar alguna decisión que suponga un alivio directo para el ejercicio 2016.

Esa medida extraordinaria, apuntan desde el Palau, sería un adelanto a cuenta del futuro modelo de financiación de los 1.300 millones que el Consell, tal como ha presupuestado, necesita para cuadrar sus cuentas de 2016.

En esta línea, el presidente de la Generalitat reclamará además el desbloqueo de 1.400 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que están pendientes desde este mes de julio, pero que aún no han llegado. Según ha denunciado la Conselleria de Hacienda, existía el compromiso de que ese dinero llegaría antes de las vacaciones, un montante imprescindible para poder acabar el ejercicio. El Consell ya cumplió hace semanas con el trámite de presentar el Plan Económico Financiero anual, que era lo que el ministerio reclamaba para liberar el dinero.

INFRAESTRUCTURAS

Inversiones por población, Corredor y AVE a Castelló

Además de la reunión entre Puig y Rajoy, hoy la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, y su número dos, Josep Vicent Boira, se reúnen con la ministra de Fomento, Ana Pastor. Reivindicarán unas inversiones acordes al peso de la población valenciana, tras los últimos presupuestos que vuelven a marginar a la C. Valenciana. La consellera tiene previsto recordar a la ministra sus compromisos en infraestructuras fundamentales para la Comunitat como el Corredor Mediterráneo o la llegada del AVE a Castelló. Además, exigirá al Ministerio de Fomento un informe sobre cómo afectará a las cercanías la alta velocidad. Igualmente, Salvador también planteará la necesidad de modernizar la línea Sagunt-Teruel-Zaragoza, una reivindicación que ha unido a Aragón y Comunitat Valenciana en un frente común ante Fomento.

CRISIS DE REFUGIADOS

Desbloqueo urgente del barco de Baleària

Puig también tiene previsto sacar en el encuentro de esta tarde el asunto del barco cedido por Baleària y que el Consell tiene listo y está dispuesto a costear para traer a Valencia refugiados afectados por la crisis humanitaria siria. Este ha sido uno de los temas que ha ocupado las tres cartas que el presidente ha enviado a la Moncloa ante la falta de comunicación con Rajoy. El Gobierno reaccionó al anuncio de la Generalitat bloqueando la salida del barco, con el argumento de que la respuesta debía ser coordinada por el Estado una vez se supiera cuántos refugiados podía acogerse dentro del marco europeo. La Generalitat, en cualquier caso, ha maniobrado para tratar de llevar sus planes adelante, llegando incluso a reunirse con el Acnur en la reciente visita de Puig a Nueva York.

DIÁLOGO

Sustituir los recursos judiciales por comunicación

Además de medidas concretas, el jefe del Consell tiene intención de reclamar a Rajoy un nuevo clima de diálogo, aunque el mandato esté ya agotado. Para evitar la incomunicación de estos meses, pero también para que la relación entre administraciones no se base en recursos judiciales como el que el Gobierno acaba de presentar contra el decreto valenciano que devuelve la sanidad a los inmigrantes irregulares, indicaron desde Presidencia.