Casament, casament, i penediment en seguiment, dice el refrán. Pero cada vez se aguanta menos el arrepentimiento matrimonial. Una radiografía sobre la «Nupcialidad y Ruptura en España 2015», difundida ayer por el Instituto de Política Familiar, certifica que la Comunitat Valenciana es la tercera autonomía de España con mayor tasa de ruptura familiar, después de Cataluña y Canarias, con 12.388 rupturas familiares en 2014. Por cada diez matrimonios formalizados, la Comunitat Valenciana registra 7,3 rupturas. La cifra cobra relieve si se compara con la media española, de 6,3 sobre diez, y especialmente con la media de la Unión Europea, que es de 4,6 rupturas por cada diez enlaces matrimoniales.

La conclusión del informe „que recopila datos oficiales del INE, el CGPJ o Eurostat„ es contundente: cada cinco minutos se rompe un matrimonio en España, donde se han producido cerca de tres millones de rupturas desde que se legalizó el divorcio en 1981.

En la actualidad, la boda típica ya no se celebra ante el altar. El 75,2 % de los enlaces matrimoniales formalizados en la Comunitat Valenciana se realizaron por lo civil. Son tres de cada cuatro. Sólo una de cada cuatro bodas valencianas son ahora por la Iglesia.

Hay otros cambios sociales que se están visibilizando en las estadísticas. Por ejemplo, el de la natalidad extramatrimonial. Según los últimos datos autonómicos del INE (de 2013), el 39,5 % de los niños ya nacen fuera del matrimonio en la Comunitat Valenciana. Es la sexta autonomía de España en este termómetro impensable hace sólo dos generaciones.

Con ello se alcanza proporciones que certifican la disociación entre matrimonio y reproducción sexual en una sociedad con menor peso de la religión y donde los derechos para los hijos nacidos fuera del matrimonio han ido avanzando progresivamente. Es un fenómeno, además, de fulgurante crecimiento. Subraya el estudio que la cifra de niños nacidos fuera del matrimonio se ha cuadruplicado desde 1995 hasta superar los 173.000 en toda España. Canarias es la comunidad donde es más frecuente, con seis de cada diez niños nacidos fuera de uniones no matrimoniales.

Casarse a los 35,5 años

Por otro lado, la edad media de nupcialidad ha cambiado de forma radical. En la comparativa recogida por el informe (datos de 2013), las parejas valencianas se casan a los 35,5 años, ligeramente por encima de la media estatal y en el sexto lugar de entre todas las comunidades. No sólo se casan tarde, sino menos. La tasa de matrimonios en la Comunitat Valenciana fue de 3,45 enlaces por cada mil habitantes el año pasado, por encima de la media estatal pero en caída libre.

Hay una excepción que contó este periódico en un amplio informe publicado en enero: el número de bodas de valencianos mayores de 60 años se ha duplicado en una década. La clave de ese boom de matrimonios tardíos reside en que se han triplicado los divorcios de mayores desde 2003. Y muchos buscan una segunda oportunidad. En cambio, en los menores de 30 años las bodas han caído de 30.000 a 8.000 en diez años.