¿Por qué se crea el área de Igualdad en la diputación?
No podía ser que una administración tan cercana a los ayuntamientos no contara con esta área. La diputación no tiene ni plan de Igualdad. Ahora estamos haciendo un diagnóstico y ya hemos detectado que el 75 % de los ayuntamientos no tienen plan de igualdad y eso quiere decir que no tienen formación sus técnicos ni sus políticos y no se aplican políticas de igualdad para acabar con la discriminación de hombres y mujeres en esos municipios. Lo poco que se hace con buena voluntad no se está haciendo correctamente. Hemos aprobado el primer plan y hemos comenzado ya en l'Horta Sud.
La Marcha Estatal contra las Violencias Machistas ha movilizado a más de 3.000 mujeres. La propia Diputación de Valencia también pone autobuses.
Sí. Ha habido una gran respuesta. Hemos fletado autobuses para todos los municipios y colectivos que lo han pedido. Y hemos hecho llegar a todos los consistorios banderas para que esta semana y el día 25 las coloquen en sus fachadas. Y de cara al 25 de noviembre, que es la jornada internacional, habrá un acto institucional e invitaremos a participar a los colectivos feministas. También tendremos a una víctima de violencia machista que contará su testimonio. Todo ello está encaminado a la sensibilización porque está muy bien actuar sobre los hechos pero lo importante es el trabajo previo para impedir el asesinato y no tener que celebrar más minutos de silencio.
¿Qué es lo que falla para tener ya más de 49 mujeres asesinadas en España este año?
Si aplicas recortes en materia de igualdad, como ha hecho el PP en todos los niveles, y en a la aplicación de la ley, es normal que los casos de violencia machista se disparen porque dejan de haber resortes para esas mujeres. Las asociaciones no desarrollan programas, las mujeres no tienen casas de acogida a dónde ir y no se trabaja en la prevención. La crisis ha sido también otro factor ya que ha afectado en mayor medida a las mujeres. El desempleo hace que la mujer maltratada tenga que quedarse en casa. Tampoco existen en los currículos escolares de secundaria contenidos sobre igualdad. Lo que muchos institutos hacen es por voluntad propia o con la colaboración de los ayuntamientos. Pero está fallando la base. Con la excusa de la crisis se han aplicado recortes pero hay dinero para lo que quieren porque el ministerio de defensa no ha recortado.
Usted también es diputada de Deportes. ¿Cómo ha visto que funciona en la práctica el binomio mujer y deporte?
La situación es triste. Ahora muchas federaciones que vienen a hablar conmigo, ya entran por la puerta diciendo que tienen equipos femeninos. Eso quiere decir que la gente lee, escucha y aprende pronto. Pero la realidad es que el deporte femenino, exceptuando el hockey hierba, es minoritario ya que está enfocado al mundo masculino. Por eso queremos potenciarlo y ayudar en la carrera profesional de las deportistas. Me preocupa que cuando una mujer deja su carrera deportiva, ya no tiene recorrido dentro de ese mundo. Son muy pocas las que siguen de entrenadoras o crean su propia empresa. El proyecto que tengo sobre la mesa y que quiero desarrollar con el vicerrectorado de la Universitat de València es crear una línea de trabajo en la que las mujeres, una vez ya dejan la competición, puedan pasar a forman parte de los equipos directivos de las federaciones, que son básicamente masculinos ya que no existen reglas de paridad. Pero eso tiene que ser incentivado por la Administración pública.
¿Qué falla en el deporte femenino? ¿Poca promoción? ¿Poca visibilidad?
Ambas. El otro día fui a una competición de baloncesto de niños y niñas y me decía el director de la escuela que cuando llegan a la adolescencia, las chicas abandonan el deporte y se inclinan por otras actividades. En algunos casos es porque no se ven apoyadas por las familias. Por ello, a través de las subvenciones, pretendemos que los clubes dediquen más recursos al deporte femenino.
¿A qué mujeres deportistas admira?
Ana Montañana, por ejemplo. Además de que haya alcanzado los niveles que ha logrado, es una mujer con un proyecto empresarial propio y con formación en gestión deportiva que adquirió en EE UU. Creo que las Administraciones públicas podríamos hacer nuestro ese proyecto y trabajarlo conjuntamente. Otra mujer a la que admiro es Marta Fernández, la triatleta. No sólo ha sabido encauzar su trabajo como entrenadora sino que ha creado su propia marca de ropa deportiva. Son ejemplos que tenemos que aprovechar para que las mujeres las vean como ejemplo.
El Consell y la dirección de su partido han colocado en los principales puestos de responsabilidad a hombres. Y cuando Puig se reúne con los agentes sociales son también hombres. ¿No chocan estas decisiones con las políticas de Igualdad?
Los gestos hay que cuidarlos. Yo siempre digo que en política no basta la palabra sino que los gestos son importantes. Si tú quieres apostar por la igualdad, se tiene que trasladar en primer lugar en las fotografías y los equipos de trabajo. Entiendo que a veces las cosas se hacen por inercia pero es importante que los hombres que se dedican a la política tengan en cuenta que más de 50 % de la población somos mujeres, que estamos perfectamente capacitadas y que ejercemos con equidad, equilibro y paridad nuestras funciones. Por ello, tenemos que estar representadas y especialmente en política porque lo que no se ve, no existe. En varias ocasiones se lo hemos transmitido a Puig. Entiendo también que en ocasiones es difícil porque hay que hacer equilibrios y contentar a todas las parte. Me imagino que todo es un camino. Ahora estamos en una nueva forma de gobernar y, al final, con el tiempo se irán corrigiendo situaciones.
