Las lluvias torrenciales, típicas del otoño, podrían adelantarse al mes de junio debido al inusual incremento de la temperatura del agua en el Mediterráneo occidental que ya ha sido constatado por investigaciones científicas y que sitúa en este mes «preveraniego» valores que normalmente solo se alcanzan al finales de septiembre.
Cumplido uno de los requisitos que disparan la precipitación torrencial„ la temperatura del mar„ tan solo es necesario que se sumen el resto de condiciones que caracterizan la conocida popularmente como «gota fría»: un poco de aire frío en altura y viento húmedo de procedencia marítima.
Jorge Olcina y Maria José Estrela, ponentes ayer en la jornada inaugural del ciclo sobre «El Mediterráneo frente al cambio climático» ofrecieron los resultados de una tesis doctoral de Juan Javier Miró, codirigida por ambos, que revela el calentamiento que está sufriendo el clima de la Comunitat Valenciana que se deriva del análisis de los datos climáticos del periodo 1948-2011.
María José Estrela, investigadora en la Unidad Mixta del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) y la Universitat de València destacó que la reconstrucción de los datos climáticos obtenidos en esta tesis ha detectado «patrones» de cambio que afectan a las temperaturas, que se suman a otros estudios que confirman las modificaciones del régimen de precipitaciones.
Sube la duración de la fase cálida
Estrela destacó que se trataba de «datos reales, no de proyecciones» mientras que Jorge Olcina, codirector de la tesis y catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante avanzó que las aguas del Mediterráneo están alcanzando en junio temperaturas propias de finales de septiembre, incrementando la duración de la fase cálida. «Además de las implicaciones biológicas de ese calentamiento, el riesgo potencial de lluvias torrenciales se amplia también a ese mes» de junio, declaró.
Según Maria José Estrela la tendencia al calentamiento es más acusada a partir de 1980 y en observatorios del interior o los situados en altura, donde el verano meteorológico se extiende también hacia junio. Se trata de territorios en los que la precipitación, de origen atlántico o convectiva (tormentas) ha disminuido también. La secuencia iniciada por un importante aumento térmico, el descenso en la precipitación y una menor eficiencia en el sistema hídrico deriva en sequías, subrayó.
En las zonas litorales, donde se han detectado aumentos térmicos moderados, el volumen de las precipitaciones apenas ha variado, aunque ya se observa un aumento de la torrencialidad sin posibilidad de su aprovechamiento.
Los cambios están afectando también a los bosques y a la biodiversidad, modificando la distribución de las plantas, según Ramón Vallejo, del CEAM. El 55 % de los mega-incendios „más de 20.000 hectáreas„de toda España se ha producido en la Comunitat Valenciana en la última década.
La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, que inauguró el ciclo sobre «El Mediterráneo frente al Cambio Climático», un ciclo de «reflexión y debate» ante la Cumbre del Clima de París que se celebra en diciembre, invito a los ponentes a «ser valientes» y aludió al «error conceptual» de que el cambio climático afecta solo a los polos. «También está ocurriendo aquí y el problema lo tenemos todos», concluyó.
