La presidenta del PP de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, anunció ayer que su grupo en Les Corts presentará una enmienda a la totalidad de los presupuestos generales autonómicos para 2016 que presentó esta semana el gobierno de Ximo Puig.
Bonig hizo el anuncio en un acto de la campaña popular «cumPPlimos» que se celebró en Alicante ayer y en el que participó el ministro de Economía, Luis de Guindos; el vicesecretario general de comunicación del PP, Pablo Casado; y el presidente provincial de Alicante, José Císcar.
Bonig justificó esta decisión en que estos presupuestos «no son los que los valencianos necesitan», ya que «no saben gestionar el incremento de ingresos» ni tampoco «generan empleo».
En concreto, ha dicho que los ingresos se incrementan en 961 millones, de los cuales «904 van a gasto corriente y solo 57 a inversiones», por lo que ha echado en falta partidas destinadas a la promoción del turismo o incentivos en materias productivas.
Además, la dirigente popular ha asegurado que es «la primera vez en la historia» que los presupuestos «no llevan un anexo sobre la creación de empleo».
Por todo ello, ha afirmado que las cuentas planteadas por la Generalitat para 2016 «reflejan los dos modelos de entender la política económica y la sociedad, que están en juego y se deciden el 20 de diciembre» en las elecciones generales.
El síndic del grupo socialista en Les Corts, Manuel Mata, manifestó al respecto de la iniciativa parlamentaria del PP que «el único empleo que puede echar en falta Bonig en el presupuesto es el de los miles de enchufados del PP en fundaciones y empresas públicas».
«Por primera vez en cinco años tenemos un presupuesto sin recortes que apuesta por regenerar el tejido productivo y por una creación de empleo de calidad», manifestó el sindic socialista en Les Corts.
Por su parte, el ministro también quiso justificar el retraso en la aprobación del nuevo modelo de financiación. Pese a que el actual -aprobado en 2009- tendría que haber expirado el 1 de enero de 2014, el Gobierno decidió prorrogarlo dadas sus estrecheces económicas. «Sólo podríamos haber repartido las miserias», zanjó.
