¿Cómo es el día a día de la fundación sin Vicente Ferrer?
La fundación sin Vicente es igual en la fuerza y la motivación, pero todo el muncho echa de menos su presencia física, aunque eso es algo normal. Todo el mundo en España e India ha trabajado mucho con él y tiene la motivación de seguir sus proyectos y su misión. Y cuando digo todo el mundo, me refiero no sólo a los trabajadores y a los socios. También hablo de las familias del pueblo. Vicente les pudo transmitir la importancia de dar y ellos mismos participan con sus pequeñas contribuciones al desarrollo de su distrito. Hay toda una fuerza espiritual y vamos muy bien.
¿Cuál es la situación de la mujer en India?
En todo el mundo hay una violencia contra las mujeres y también en India, donde vivimos en una sociedad patriarcal. Así, las mujeres son como ciudadanas de segunda clase y no tienen el nivel de igualdad que tienen en España. Sin embargo, en Anantapur (donde tiene su sede la Fundación Vicente Ferrer) han progresado mucho. Antes las mujeres no podían salir de casa para reunirse con otras o tener sus propiedades. Todas las propiedades estaban a nombre de los maridos. Cada mujer tenía 14 o 15 embarazos en su vida. Ahora las niñas están escolarizadas, las mujeres tienen cuentas bancarias, tienen sus pequeños proyectos económicos. El dinero que tienen en el banco es suyo y deciden qué hacer con él. Cuentan con conocimientos sobre la salud de la familia y tienen 2 o 3 hijos. Pero el nivel de violencia sí está en todo el país. Estamos formando un equipo tanto a nivel del pueblo como un equipo en la fundación con habilidades especiales para trabajar en este problema. También tenemos una casa para mujeres maltratadas. Necesito mucha cooperación con las autoridades y la policía pero actualmente las relaciones con ellos son buenas.
¿Cómo se contempla la crisis española desde un país como India con semejantes cifras de pobreza?
En India sufren la crisis desde hace muchos años. Pero se ven situaciones bonitas. Hay muchos padrinos que tienen problemas en casa porque sufren por la crisis pero no quieren poner de baja a su hijo apadrinado porque piensan en su futuro. Incluso las familias muy pobres cada día ponen una rupia o dos en una hucha para ayudar a los huérfanos con su educación. En estos dos casos hay personas normales o pobres que quieren ayudar a personas más pobres que ellos.
¿Qué opina de la crisis de refugiados que estamos viviendo en Europa?
Es terrible. No puedo recordar en mi vida una crisis como esta de refugiados, de personas que vivían como nosotros, en casa, con todas sus facilidades y ahora se ven con su familia y sus hijos en tiendas de campaña... me gustaría poder ayudarles.
¿Qué le parece el papel de los gobiernos europeos en esta situación?
Creo que tienen que hacer más.
¿Cómo se sale de la pobreza con este círculo vicioso en el que las grandes potencias explotan a los países más pobres para asegurar su riqueza?
Cuando hablamos de ayudar no siempre es ayudar a una persona de otro país. Hay que ayudar a los demás, puede ser alguien de tu familia, un vecino, cualquier persona... pero siempre hay que pensar que tenemos la responsabilidad de hacer algo aunque sea pequeño. Si mucha gente hace algo, podemos erradicarla. Tengo esperanza. Hay miles de personas en este mundo con muy buen corazón.
¿Es compatible que India sea una de las potencias que crece a un ritmo más rápido y que tenga 400 millones de pobres?
No es compatible. El gobierno tiene que hacer más y más rápido para mejorar la vida de los más pobres. Pero no podemos dejar a los gobiernos solos. Cada persona puede participar en esto. Por ejemplo, nosotros tenemos un sistema por el que cada familia, aunque sea muy pobre, tiene una hucha de barro en su casa y aunque tengan muy poco, una rupia o dos, meten algo. Cada año, por el aniversario de Vicente, en abril, las rompen. Casi 115.000 familias tienen una y cuando la rompieron en abril había más de 400.000 euros en monedas. Imagínate si todo el mundo hace esto cuánto dinero se puede llegar a reunir.
