Buenos días.

President, autoridades, compañeros y compañeras, muchas gracias a todos por estar aquí.

Antes de comenzar quiero agradecer al Forum Europa Tribuna Mediterránea su invitación y muy especialmente a su presidente, José Luis Rodríguez, por cederme su espacio en la mañana de hoy. Y a Jesús Prado su amables palabras y su incansable apoyo, sin el cual yo no estaría aquí hoy.

Lamento advertirles de que les voy a hablar de periodismo. No se tomen a la ligera la amenaza, porque sólo hay una cosa peor que un político hablando de política, y esto es un periodista hablando de periodismo.

Nuestra historia

El periódico que tengo el honor de dirigir, y en el que trabajo desde hace 31 años, cuenta con una historia que se remonta a 1834 con el nacimiento del Diario Mercantil de Valencia. Un periódico hecho por una redacción que 40 años después fundó El Mercantil Valenciano.

(Espero no enfrentarme con este comentario a nuestros buenos amigos de Las Provincias, que este año cumplen 140 años y a los que desde aquí felicitamos. No seríamos tan líderes si no tuviéramos con quién compararnos).

En su primera nota editorial, publicada el 2 de abril de 1872, siendo el director Francisco Peris Mencheta, se decía lo siguiente: «Antes que escritores mercenarios somos hombres honrados. Preferimos romper la pluma a vendernos a un partido determinado. Nuestra conciencia no es una mercancía. Nuestra pluma no puede servir a nadie más que a nuestra propia conciencia»

(Declaraciones como esta tienen un peligro evidente: No estar a la altura. Y Peris Mencheta probablemente no lo estuvo).

Así y todo, estamos ante un periódico que apareció para dar respuesta a las necesidades de un público nuevo, ávido de información y que facilitara «el buen gobierno de sus negocios y la feliz realización de sus empresas». Un periódico, dirigido a una élite empresarial que estaba a punto de transformar la sociedad y que asumiría los principales puestos de poder. Un periódico, que reivindicaba su imparcialidad política, el fomento del comercio y el «engrandecimiento y la belleza de nuestra capital».

(Esto último, alcalde, es una cita textual de nuestro primer editorial y vamos a poner todo nuestro empeño en que siga siendo así.)

Porque en definitiva, todos somos consecuencia de nuestra propia historia. Y la historia de Levante-EMV, además de larga, ha estado llena de retos, vorágines y cambios.

La historia del periódico, tal como hoy lo conocemos, comenzó un 2 de abril de 1872. Fruto del empuje de un grupo de periodistas y empresarios que, en un momento de reconversión de la prensa como el que ahora vivimos, pusieron su buen hacer periodístico al servicio de una sociedad, la valenciana, que se encontraba en plena reconstrucción.

Hoy queremos renovar aquí ante una amplia representación de la sociedad civil valenciana y ante todos sus ciudadanos, nuestro voto de espíritu de servicio a esa misma sociedad que, como hace siglo y medio, está en pleno proceso de renovación social, económica, política y cultural.

Por nuestra parte, deseamos, como periódico líder en difusión y audiencia, continuar siendo útiles en este nuevo proceso de transformación y de adaptación a nuevos tiempos.

No tenemos ninguna duda de que la sociedad valenciana será capaz de lograrlo. No será la primera, ni la última vez, que los valencianos y las valencianas nos reinventarnos para seguir siendo competitivos y mirar al futuro.

Utilidad. Un concepto muy importante para todos los que hacemos Levante-EMV cada día. Como se enseña en las facultades de Periodismo, buscamos la literatura porque nos proporciona gozo intelectual, emociones. Pero necesitamos la información porque nos resulta útil para desenvolvernos en nuestro entorno en mejores condiciones.

Porque nos permite tomar decisiones, ya sean sencillas, como elegir película para ir al cine, o complejas, como decidir a quién vamos a otorgar nuestro voto. El periódico no será nada si no es útil a la sociedad a la que se dirige, y esa sociedad es cada día más exigente con la información que demanda y necesita.

Los primeros periódicos surgen precisamente de esa necesidad. En la España de Felipe IV, en 1661, aparece la Gaceta de Madrid como primer periódico de información general. Era de iniciativa privada y difundía las noticias políticas y militares que llegaban a conocimiento de la redacción.

Un siglo después, Carlos III se reservaría para la Corona el privilegio de imprimir la Gaceta. La publicación pasó a convertirse en un medio de información oficial que reflejaba los criterios y decisiones del Gobierno. Las leyes no entraban en vigor hasta que las publica la Gaceta. Aquella publicación, hoy la conocemos con el nombre de Boletín Oficial del Estado.

Más tarde, con la Revolución Industrial y el auge del comercio marítimo, los periódicos serán los encargados de informar a la población de la llegada de nuevos barcos con mercancías desde ultramar.

(¿Se acuerdan ustedes de las tiendas de ultramarinos?)

La prensa será también la encargada de informar en qué comercios se podían comprar las mercancías recién llegadas a puerto. Son los avisos, que ya se publicaban en el Mercantil y que están en la base de que Levante-EMV esté considerado como el periódico del casino, el que cuenta las cosas que interesan a los comerciantes, a los agricultores, a los empresarios y a los trabajadores.

Siguiendo la estela de los avisos y el casino, cuando en 1984 el periódico vuelve a manos privadas, después de haber sido incautado por el Franquismo tras la Guerra Civil, el objetivo estaba claro: volver a ser el periódico del pueblo.

Y con ese espíritu el diario puso en marcha hace casi 30 años las ediciones comarcales para ofrecer a cada vecino la información y los anuncios de su entorno más inmediato, pensada y redactada desde el corazón de cada comunidad a la que nos dirigimos. Gracias a eso, hoy somos lectura obligada en la Safor, la Ribera, la Costera, la Vall d'Albaida, el Camp de Morvedre, l´Horta, la Marina Alta y Castelló.

Orgullosos de ser el periódico del casino, queremos llevar la actualidad de cada día, al minuto, a los jóvenes, a los profesionales, a los nuevos movimientos sociales y culturales, a ustedes, que son los prescriptores de la sociedad valenciana.

Nuestro compromiso es con toda la Comunitat Valenciana, la que reside en esta tierra y la que vive fuera, repartida por un mundo que hoy se hace cada día más pequeño y abarcable gracias a internet y a los avances en las comunicaciones.

Apostamos por el futuro

Esa es nuestra historia. Un pasado que nos condiciona y nos obliga a seguir trabajando para aportar cada día al lector la información que necesita a través del formato que mejor se adapte a su demanda: el papel, el soporte digital para teléfono, para tableta, para ordenador o para lo que venga después.

Y este es nuestro sustrato. Una tierra firme e inmejorable sobre la que seguir creciendo. El mismo periódico de siempre y al mismo tiempo uno completamente diferente, lleno de nuevos retos.

Nuevos retos porque el periódico del siglo XXI no contiene solo la información. Contiene las noticias y también una mirada propia. Porque los lectores de hoy, cuando acuden al periódico, no sólo esperan información. Quieren que les ayudemos a interpretar el mundo que les rodea, y que cada vez es más complejo. Esperan de nosotros una lectura cualificada de los hechos y fenómenos que se producen.

Levante-EMV es un periódico independiente del poder político y el poder económico. Pertenece a un grupo, Editorial Prensa Ibérica, cuyo presidente, Javier Moll de Miguel, es también el presidente del Instituto de Empresa Familiar.

Tenemos la suerte de pertenecer a una empresa fuerte. Editorial Prensa Ibérica es una de tantas empresas familiares que ha sabido gestionar la crisis, que supo ahorrar y no endeudarse cuando no debía, y que ahora dispone de la solvencia económica necesaria para afrontar nuevos retos.

Por el acceso multiplataforma a la información

¿Cuáles son esos retos? El principal, sin duda, el acceso multiplataforma. Conseguir llevar nuestro contenido a cada ciudadano al instante y a través de todos los canales posibles. Desde el quiosco hasta Twitter.

Trabajamos para la sociedad y esa sociedad está ahora conectada en red. La gran revolución de internet es el acceso continuo, al instante y desde la palma de la mano, a cualquier información que se publique en el mundo.

Los últimos grandes cambios sociales contemporáneos, les estoy hablando de las manifestaciones del 15M o la «Primavera árabe», son también fruto de una revolución tecnológica. De la hiperconectividad de los ciudadanos y de su nuevo interés por estar informados al minuto de aquello que sucede. Estos temblores sociales utilizaron estos cauces que ya forman parte de su propia naturaleza política.

Quiero reivindicar que es en este contexto donde medios de comunicación como Levante-EMV somos más importantes. No es casualidad que los periódicos tradicionales sean también líderes en internet. Hoy, todos ustedes, pueden acceder a nuestro periódico de diferentes formas. Los hay que nos consultan desde el móvil, suscritos a nuestra edición web. Mientras que otros prefieren consultar las páginas del periódico en papel o en Orbyt.

Desde una posición privilegiada

Nuestro pasado y nuestro presente nos sitúan en el lugar perfecto para afrontar el reto del futuro digital, un futuro que comenzó en nuestra casa en 1997 con el alumbramiento de la edición electrónica.

Mientras nuestra audiencia digital ha aumentado, alimentada por la expansión de internet y su gratuidad, la edición impresa mantiene cerca de 270.000 lectores, 90.000 más que el rival más cercano, nuestro periódico hermano Información de Alicante.

En los últimos 20 años, tal como le ha pasado al resto de periódicos del mundo, venimos experimentando una migración de lectores, un trasvase desde el diario impreso a la edición digital.

En el periódico electrónico tenemos ya una visibilidad, una audiencia que se aproxima a la del diario impreso y por eso uno de nuestros retos estriba en mantener y mejorar la edición electrónica al mismo tiempo que la hacemos rentable.

Sólo en el último año hemos aumentado un 27,3 % nuestro número de lectores por internet, que en la actualidad alcanza los 150.000 lectores diarios, con más de 15 millones de artículos leídos cada mes.

Permítanme, sin embargo, que pese a las buenas cifras, no deje de hacerles la siguiente reflexión. Saben que todo lo que nace gratis tiende a perpetuarse en esa condición. Pero la información de calidad, la interpretación de las noticias, las firmas con más reconocimiento y la mejor presentación no pueden ser gratis.

Un periódico cuesta en el quiosco 1 euros 20 céntimos. ¿Saben ustedes cuánto cuesta hacerse suscriptor del diario Levante-EMV en su edición electrónica y poder leer todas las noticias actualizadas durante las 24 horas del día, además de toda la información por la que ustedes pagan en el quiosco? 3,99 euros AL MES. Menos que un paquete de tabaco. No me negarán que estamos haciendo un ejercicio de elevada competitividad y que ofrecemos un precio ajustado.

La credibilidad de nuestra marca

En definitiva, múltiples formatos y múltiples formas de acceso a una información que tiene un denominador común: La credibilidad de nuestra marca por la fiabilidad de sus contenidos.

Vivimos en una sociedad donde ser creíbles juega un papel fundamental. En un ciberespacio lleno de ruido, donde cualquiera puede publicar y, por supuesto, desinformar, la credibilidad de nuestra cabecera es la que la convierte en líder, no sólo en papel, sino también en digital.

Los ciudadanos acuden a nosotros en busca de una selección de lo que acontece en el mundo próximo y en el lejano y que aúne actualidad, credibilidad, calidad e interés. Que se ajuste a lo que necesitan y a lo que les importa.

Porque frente a otras informaciones que les llegan a través de internet de forma anónima, Levante-EMV tiene la credibilidad que le dan su historia, su compromiso con la sociedad valenciana, su mirada propia y su apuesta por la información veraz, hecha de modo profesional, desde el corazón de la Comunitat Valenciana.

Eric Schmidt, presidente de Google, apuntaba recientemente que «El papel de los medios será el de verificador, un filtro de credibilidad que tamice los datos y decida qué es lo que merece o no la pena leer, entender y en quién confiar».

Y eso será particularmente esencial para la élite empresarial, para los responsables políticos y para cualquier estamento que esté llamado a ejercer cierta influencia en la sociedad. Hoy es más fácil que nunca degradar la imagen de una persona pública; tergiversando la realidad, construyendo otra paralela a golpe de ´tuit´.

Y por eso hoy es más necesaria que nunca la presencia de cabeceras de periódicos de referencia, de responsabilidad acreditada, de los que cada día nos jugamos el prestigio para garantizar a nuestros lectores la veracidad de nuestras informaciones y la rectificación de los errores, cuando estos se producen.

Como todos saben, el President de la Generalitat aquí presente, Ximo Puig, es periodista. A él me ha gustado escucharle en varias ocasiones lo importante que es para una sociedad libre disponer de medios de comunicación potentes e independientes.

El coste de ser independientes

La independencia con la que los 14 periódicos de EPI trabajan en favor de la sociedad a la que cada uno se dirige ha provocado, provoca y provocará siempre situaciones de desencuentro con el poder político. En Levante-EMV lo sabemos bien. Durante muchos años tuvimos que trabajar con un gobierno de la Generalitat que a penas aceptaba las respuestas críticas que emanaban de nuestra cabecera. La distancia es incomoda y tiene su precio.

Cuando en Levante-EMV advertíamos de que no se podía construir hasta en las cumbres de las montañas, nos llamaron antivalencianos. Y cuando alertábamos de que la politización excesiva ponía en peligro el sistema financiero valenciano e insistíamos en el abultamiento de la deuda, nos llamaron agoreros. Cuando defendíamos la necesidad de conservar y no desmantelar el tejido industrial se nos calificó y consideró hostiles.

Por desgracia, el tiempo nos ha dado la razón, las consecuencias están encima de la mesa y las estamos pagando entre todos. Porque ser independientes no es ser neutrales. No somos ni seremos neutrales ante los problemas, los retos y las oportunidades que se presentan a la sociedad valenciana. Ni lo seremos en la reivindicación matriz que nos ocupa: La defensa de los intereses valencianos. Y siempre manteniéndonos en aquellas palabras de Peris Mencheta: Imparcialidad política, fomento del comercio y el engrandecimiento y el desarrollo de nuestros pueblos y ciudades.

La información de calidad tiene su recompensa

En este empeño, hace un año la empresa apostó por realizar un especial esfuerzo por la información sobre la ciudad de Valencia. Decidimos reforzar la sección con más personal y publicar el doble de páginas cada día.

(Dos decisiones que pueden parecer simples, pero aquí en la sala hay empresarios y saben que no lo es).

Es una apuesta fuerte, con los mejores periodistas, que se están dejando la piel en elaborar la mejor información todos los días. Y que, por ejemplo, demostraron con la cobertura de las Fallas de este año. Sin duda, si uno quiere saber lo que pasa cada día en la vida de la ciudad, le conviene leer Levante-EMV.

Hemos puesto en marcha secciones semanales que rompen con la información de actualidad y que ofrecen una visión más pausada y sosegada de la ciudad. Colaboradores que cada día ofrecen pinceladas distintas sobre la capital y espacios en los que se recogen fotografías históricas sobre los principales rincones y reportajes que muestran los locales de última moda. No hace falta más que acudir al quiosco para comprobar que, un año después, lo hemos logrado, que somos la principal oferta informativa del Cap i Casal.

Porque cuando se ofrece información de calidad, la audiencia responde. A la apuesta por la información de la ciudad de Valencia le siguió esta primavera pasada una atrevida y ambiciosa cobertura de las elecciones municipales y autonómicas. Ofrecimos al lector más de 20 páginas diarias de información política durante la campaña electoral, salpicadas con entrevistas, artículos de opinión y diseños de calidad, creados especialmente para la ocasión y que hemos acabado adoptando para nuestra presentación diaria.

El resultado nos sorprendió con una grata recompensa: Levante-EMV fue el único diario de España que incrementó su ventas en el mes de mayo, el de las elecciones.

La política no sólo es la herramienta que permite gobernar los asuntos públicos; es también la materia que da forma a las sociedades. Un espacio para la confrontación de pareceres y de modelos que necesariamente vertebra la sociedad. Por todo esto la política ha estado, está y continuará en el menú de Levante-EMV en un lugar destacado.

Cargados de proyectos para el futuro

Tenemos la mochila cargada de proyectos: Más y mejor información comarcal, una gran apuesta por Valencia ciudad, el espacio relevante para la información política del que les hablo, con más encuestas exclusivas como la que publicamos el pasado 9 d´Octubre€ ¡La economía! €a la que hace referencia nuestro nombre histórico de El Mercantil, es otra de nuestras grandes apuestas.

Dejen que me detenga en este punto. Acabamos de remodelar y reforzar nuestro suplemento dominical especializado El Mercantil Valenciano, con más periodistas, más páginas y un nuevo diseño. Sabemos que nos encontramos en un momento en el que la sociedad valenciana mira hacia los empresarios y la actividad económica, con la esperanza de que lideren el crecimiento económico que tanto necesitamos para que se reduzca la insoportable lista de desempleados.

Apoyaremos sin descanso las iniciativas para lograr un crecimiento sostenible, así como todas aquellas que contribuyan al progreso de la mayoría. Nos situaremos frente a quienes traten de frenar las justas aspiraciones de una sociedad dinámica y solidaria que siempre ha sabido arreglárselas por sus propios medios para salir adelante. Y contra algunas tendencias que todavía cuestionan la economía de mercado.

Una sociedad acostumbrada a no contar con el apoyo de la Administración. Acostumbrada a ver cómo se construyen kilómetros y kilómetros de AVEs en zonas despobladas de España mientras la segunda y la tercera ciudad siguen desconectadas. Acostumbrada a que el retraso del tercer raíl del Corredor Mediterráneo, una solución que sólo es provisional, esté estrangulando la actuación de nuestros empresarios y sus posibilidades exportadoras.

Una sociedad, que siempre que ha podido, ha contribuido al progreso de España. Y que ahora, cuando necesita a España, se ve marginada, con una financiación que no alcanza a cubrir los servicios básicos de Sanidad, Educación y Bienestar Social.

Y no crean que me he desviado del tema de la conferencia. La defensa de nuestro progreso económico y reclamar al Gobierno de España una financiación justa para los valencianos también forma parte de nuestros objetivos inmediatos. En esa misión nos encontrarán todos ustedes. Sean del signo político que sean. Y esperamos verles a ustedes, sean del partido político que sean, unidos también en ese empeño.

Un grupo preocupado por su entorno

La cultura es para nosotros otra prioridad. Acabamos de dar un nuevo aire, con mejores contenidos y presentación, al suplemento Posdata, ahora los sábados, y en breve pondremos en manos de los lectores un nuevo producto, que no dudo en calificar de excelente, que sustituirá los viernes a nuestra Cartelera con nuevas secciones de sociedad que recogerán también las nuevas tendencias.

Además, somos y queremos seguir siendo un medio de referencia en la puesta en valor de nuestro patrimonio histórico y cultural, los elementos que nos definen como pueblo y, al frente de ellos, el valenciano.

Fuimos pioneros en introducir nuestra lengua propia en el periódico. Y vamos a incrementar su presencia con nuevas iniciativas en breve.

Nuestro deporte también es nuestra cultura. Y nuestros deportistas, un orgullo. A ellos dedicamos toda nuestra atención, con un esfuerzo titánico los fines de semana, elaborando un suplemento deportivo de primera división en el que no nos olvidamos de la pilota valenciana. Un deporte que ha sido uno de los ejes centrales del periódico desde hace más de tres décadas.

Después de unos años de inactividad hemos reabierto el Club Diario Levante, ahora con el nombre de Club Mercantil, y esperamos llenar ese espacio que el periódico ofrece con muchas propuestas de debate. Tenemos vocación de lugar de encuentro. Queremos ser el espacio, la plaza pública en la que ustedes y el resto de las personas que impulsan a la sociedad valenciana compartan y contrasten ideas, opiniones y propuestas. Tienen a su disposición Levante-EMV y los otros medios de Editorial Prensa Ibérica en Valencia, Levante Televisión, Superdeporte y la emisora 97.7. Hagan el favor de utilizarnos.

Nosotros seguiremos ofreciendo la actualidad con calidad, profesionalidad y una mirada propia. Y lo haremos en los soportes que ustedes decidan consumir. Hemos fusionado las redacciones de los diarios digital e impreso para que funcionen como una sola. Queremos romper y abandonar definitivamente la barrera del formato. Los periodistas de Levante-EMV producen noticias en tiempo real, trabajando indistintamente para ambas plataformas y con una única vocación: Llevar la mejor información a los lectores en cada momento, las 24 horas del día.

El futuro nos espera

Nuestro próximo reto son las Elecciones Generales del 20 de diciembre. Ahí volveremos a ser un periódico independiente, pero no neutral. Volveremos a ejercer nuestro papel de contrapoder. De defensores de los intereses de los ciudadanos, vigilantes del poder y denunciantes de sus abusos. Como hemos hecho siempre, incluso cuando mantener esa actitud entrañaba riesgos. Lo pide la democracia, de la que somos una de sus principales columnas. Como tal, exigimos que las instituciones profundicen en la democratización de todo el ámbito político y ahonden en su decidida transparencia.

No tenemos más interés que la defensa del progreso de la Comunitat Valenciana. Un progreso que debe ser compatible con la necesaria ayuda hacia quienes la larga crisis económica ha dejado desamparados. Somos un periódico con historia. Y el principal grupo valenciano de comunicación tras el cierre de Radio Televisión Valenciana.

Somos conscientes de nuestra responsabilidad. No nos asustan los retos ni las dificultades. Los 146 trabajadores de Levante-EMV repartidos entre la Redacción, la Administración y los Talleres nos empleamos a fondo cada día para estar a la altura de las demandas de una sociedad cada vez más exigente.

Una sociedad con la que renovamos nuestro compromiso con la credibilidad como bandera sobre la que seguir cimentando nuestro futuro. Queremos ser „lo somos ya„ una plataforma de debate y de debate valenciano. Nos iluminan las fuentes de la democracia: el foro griego, la plaza pública, el diálogo, la deliberación€ Expresiones todas el Mediterráneo que nos une. Lo podríamos decir a la manera de Stendhal: «Aquel espejo en el camino que atrapa y refleja los cambios sociales. Que parten siempre de la actualidad, de cualquier actualidad». A ella servimos y de ella nacemos cada día.

Creemos que estamos en una posición privilegiada para hacerlo, con una historia que nos avala y con una empresa que nos respalda para llevar adelante todos los proyectos que acabo de detallarles y esperemos que muchos más en un futuro próximo. Lo haremos por ustedes. Contamos con ustedes.

Muchas gracias.