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Investigación

La Fiscalía investiga 18,5 millones de euros otorgados a dedo por el exgerente de Imelsa

El director financiero que sustituyó al de confianza de Benavent llegó en 2014 y fijó instrucciones para contratar

La Fiscalía investiga 18,5 millones de euros otorgados a dedo por el exgerente de Imelsa

El hombre que a pie de obra dirigió presuntamente una de las ramas de la trama de comisiones anclada en instituciones del PP y tejidas en el entorno del expresidente de la diputación Alfonso Rus estuvo siete años y medio al frente de Imelsa. Rus entregó a Benavent las riendas de la empresa pública provincial cuando llegó a la diputación, en julio de 2007. Fue gerente hasta enero de 2015. El acusado de montar una empresa instrumental, Berceo Mantenimientos, para saquear supuestamente las arcas de la diputación y de Imelsa a través de facturar a contratistas provinciales adjudicó a dedo 18.549.000 euros solamente en sus últimos cuatro años en el cargo.

El 100% de ese dinero se destinó a pagar contratos de servicios y alguna obra de menos de 50.000 euros, la cuantía que en Imelsa marca la diferencia entre contrato menor y mayor. En varios casos, se adoptaba la práctica de fraccionar el contrato para que no superase esa cantidad y evitar así el concurso con publicidad y libre concurrencia. La mayoría de las adjudicaciones se corresponden con informes de consultoría y abundan los pagos que no están soportados en contratos o expedientes, sino que solamente existe factura y cheque o transferencia.

La Fiscalía Anticorrupción investiga todos estas concesiones ante las sospechas, datos y hasta confesiones del propio Benavent, de que ese dinero habría sido en parte canalizado para el pago de mordidas. La documentación sobre estos pagos obra en poder de la Fiscalía después de ser incautada por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en uno de los últimos registros practicados, en el que se llevaron, además, todos los expedientes de las obras de instalación de césped artificial, de construcción de piscinas cubiertas y pistas de pádel, el plan estrella de Alfonso Rus cuando llegó a la diputación, que costó 33 millones de euros y que forma parte de pieza Imelsa, una de las siete que conforman la macrocausa judicial del caso Rus.

Una auditoría externa encargada por el interventor de la diputación detectó facturas falsas, pagos duplicados o sin justificar en varios contratos vinculados a esos trabajos, como contó este diario. La mecánica consistía en emitir y cobrar los mismos servicios, como por «honorarios por dirección de obra», varias veces y a través de distintas empresas. En 2011 y 2012 se consignaron, por ejemplo, ocho facturas de 56.364 euros correspondientes a emolumentos de arquitectura en las piscinas de Canals y Enguera. Conceptos facturados por duplicado por distintas firmas.

Abuso de contratos menores

Esa misma auditoría también se adentra en escrutar la práctica de abusar de los contratos menores en los años en los que estuvo Marcos Benavent al frente de la empresa. En el año 2011, el que abrió la segunda legislatura de Rus en la diputación, Imelsa adjudicó 6,3 millones de euros sin ningún tipo de control. Al año siguiente, fueron 3,8 millones y en 2013, el volumen de contratos menores subió hasta los 5,1 millones, para caer a los 3,2 en 2014, el último año de Benavent en la empresa. Podría decirse que la práctica de adjudicar a dedo era marca de la casa. Las facturas abonadas por servicios contratados al margen del concurso de ofertas representaron nada menos que el 73% del gasto de Imelsa en 2011, el 53% del dinero que salió de las arcas de la empresa pública en 2012 y el 62% en 2013.

El último año completo del PP en el gobierno de la diputación, fue el primero en el que el abuso del contrato menor no llegó a representar la mitad de la contratación total. Supuso el 41% del dinero gastado el año pasado.

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