Con la Peña Taurina Tot Arreu en la puerta animando al voto a favor y la Plataforma Antitaurina repartiendo folletos en contra por distintos puntos arrancó ayer en Aldaia la encuesta ciudadana con la que el gobierno socialista pretende decidir si mantiene la actividad de «bous al carrer» en una plaza portátil, que autorizó su antecesor del Partido Popular hace cuatro años, o si la erradica.

Un total de 323 vecinos emitieron su voto ayer, a lo largo del día, en la única urna depositada en el registro de entrada del ayuntamiento. La votación es presencial y puede realizarse hasta el viernes en horario de 9 a 14 horas, y de 17 a 19. El domingo habrá una jornada especial inunterrumpida durante todo el día para la que se habilitará el salón de plenos.

El alcalde Guillermo Luján, uno de los primeros en votar ayer, reiteró que los toros tienen sus seguidores en Aldaia pero también habían provocado rechazo en una parte de la población. Por ello, defendió la consulta como herramienta para adoptar una decisión y avanzó que convocará otras similares en el futuro.

Las colas se sucedieron toda la mañana y hubo un momento en que tuvo que reforzarse el equipo de funcionarios que atendían a los votantes «para que no se generen colapsos y que no afecte al resto de servicios que se prestan en ese recinto», indicaron fuentes de alcaldía. De hecho, a las 14 horas ya habían votado 205 personas, lo que se consideró un éxito al tratarse de un lunes por la mañana.

Entre los vecinos, las opiniones estaban divididas ayer aunque la mayoría de los que se acercaron coincidieron en valorar de forma positiva la encuesta como mecanismo para expresar su opinión. En los bares y cafeterías del entorno del ayuntamiento, los clientes también debatían sobre el tema. «Me parece bien que se consulte sobre proyectos o sobre obras, pero no sobre toros. En Aldaia no hay tradición en absoluto sino que tenemos otras muchas como la Carxofa o el Corretraca, que son las que hay que apoyar», explicaba uno de ellos. Otros vecinos, no obstante, no los rechazaban «siempre que no le cueste dinero al ayuntamiento».

Aunque los «bous» atrajeron a la mayor parte de los votantes, en la encuesta se pregunta también sobre los usos futuros para dos edificios emblemáticos de la ciudad, el antiguo ayuntamiento y el antiguo colegio Mariano Benlliure. La concejala de Urbanismo, Mónica Trujillo, indicó que son dos inmuebles a los que los vecinos «tienen mucho cariño y es interesante saber qué quieren allí».

Compromís critica la encuesta

En la oposición, Compromís per Aldaia ha criticado duramente la encuesta y consideran que no es un «auténtico proceso participativo». Además, denuncian que los socialistas no tuvieron en cuenta sus propuestas de voto telemático ni su aportación para que las preguntas sobre los usos de los edificios no fueran cerradas. Asimismo, creen que no se aporta información técnica a los vecinos sobre los diferentes proyectos que se proponen para los inmuebles y se ha obviado en el cuestionario que era una aspiración histórica situar una biblioteca en el antiguo ayuntamiento. Sobre los toros, Compromís cree que la pregunta es totalmente confusa.