«Tenía relación con Correa y Crespo. Entendí que ahí había más que unas empresas con tráfico mercantil normal. Que había algo ilícito. Decidí grabarles para elevar esas grabaciones a la policía y a los jueces de este país». Así empezó el «caso Gürtel», en palabras de José Luis Peñas, el ex concejal del PP de Majadahonda, que tiró de la manta tras haber formado parte de una de las mayores presuntas tramas de corrupción.

Peñas declaró ayer en el Tribunal Superior de Justicia de la CV, como testigo, para explicar qué detalles conocía de las adjudicaciones de la Conselleria de Turismo a Orange Market, la sucursal valenciana de la trama Gürtel. Declaró asistido de letrado ya que está encausado en otras piezas del «caso Gürtel» que se investigan en Madrid.

Las defensas de los 13 imputados en la pieza de Fitur lo esperaban con las espadas en alto. Sobre todo las de sus ex compañeros en la trama a los que grabó entre diciembre de 2005 y 2007. Mientras Peña desgranaba ante el tribunal las excelentes relaciones de Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez «el Bigotes» con el PP en Madrid y en Valencia, éstos hacían aspavientos, sonreían, negaban con la cabeza y lanzaban miradas al cogote del «arrepentido».

«Francisco Correa era archiconocido en el PP. Trabajaba para ellos y hacía todos sus actos. Tenía una relación muy íntima con el presidente del Gobierno [José María Aznar] y su yerno [Alejandro Agag]. Correa el número seis o siete del PP. Era más importante que algunas personalidades del Estado», explicó Peñas.

Añadió que el empresario era el director en la sombra del entramado de empresas, creadas con distintos nombres, «para que no pareciera que siempre se contrataba al mismo». Cuando el negocio de la trama en Madrid comenzó a ir mal «porque tenía problemas para cobrar del PP de la comunidad, decidió abrirse a otros sitios donde le trataron mejor. Y dio el salto a Valencia».

Aquí contaba con buenos amigos «como Víctor Campos» o «entre las autoridades eclesiásticas». Según Peñas, «las cosas les iban muy bien en Valencia porque estaban haciendo muchas cosas. En 2007 hicieron toda la campaña a Camps y Correa me dijo en noviembre de 2006 que «también le iban a dar a Álvaro [Pérez] Fitur» , varios meses antes de que se adjudicara el contrato . Aún desconoce qué estrategia para lograr los concursos o si hacían regalos a los políticos.

Grabaciones

Durante su declaración de tres horas, se escucharon fragmentos de las grabaciones, que las defensas pretenden invalidar. Como la mantenida en noviembre de 2006 con Correa: «Estoy pendiente de unos fregados gordos e importantes en Valencia (...) lo de Valencia puede estar envainado, tenemos una comida para hablar de Fitur, le vamos a hacer la campaña a Paco Camps y se lo van adjudicar a Álvaro Pérez, que se va allí a trabajar», se escuchó.

En otro fragmento se escuchó a Isabel Jordán, trabajadora de la empresa de Correa Easy Concept, quejarse de que había adelantado todo el trabajo para Orange Market y que llegaron a deberle 900.000 euros. «Hemos mantenido a Orange Market haciendo Fitur y el máster de tenis. Fíjate si lo hemos hecho bien que hemos repetido cuatro años. Hasta he pagado los 30.000 ? para pagarle a Milano los trajes a Camps. También se han hecho facturas que no son reales», se escuchó en la sala, entre las protestas de los abogados, porque la «causa de los trajes», ya es cosa juzgada.