El nuevo decreto de admisión del alumnado en colegios e institutos públicos y concertados para el próximo curso 2016-17 que ha comenzado a tramitar la Conselleria de Educación incluye entre sus «principios básicos» la prohibición expresa de que los centros «exijan aportaciones» económicas a las familias por reserva de plaza.
Además, subraya que los centros «no podrán imponer a las familias la obligación de hacer aportaciones a fundaciones o asociaciones», entre ellas el Ampa. Tampoco podrán exigir la compra de material o equipamiento escolar „uniformes, libros, tabletas, iPad.. „ en un establecimiento determinado.
«Ni la utilización „se añade„ de servicios obligatorios, asociados a la enseñanza, que requieran aportaciones económicas por parte de las familias», en relación al cobro por el servicio psicopedagógico, los servicios web del centro, auxiliar de Educación Infantil...
También hace constar que tanto las actividades extraescolares „las que se hacen fuera del horario lectivo„, las complementarias „excursiones, conferencias, talleres... en horario escolar„, como los servicios escolares „ comedor, transporte...„ «en todo caso tendrán carácter voluntario».
Exigencias «fuera de lugar»
Todas estas exigencias están «fuera de lugar en un decreto de admisión», critica la presidenta de Escuelas Católicas de la Comunitat Valenciana (Escacv), Vicenta Rodríguez. Señala que los pagos obligatorios ya están prohibidos por ley en los centros sostenidos con fondos públicos, y asegura que las aportaciones de las familias para mejoras en los centros y actividades escolares «son voluntarias».
Por contra, desde el Sindicat de Treballadors de l´Ensenyament (Stepv), Marc Candela, justifica que el decreto incluya todas las advertencias citadas «porque es en la admisión cuando algunos centros exigen pagos indebidos a las familias, y éstas deben de saber que no están obligadas a abonarlos».
Rodríguez sostiene que el fin del distrito escolar único, así como la eliminación del punto de libre designación que conceden los colegios en la admisión y el de antiguo alumno, es «un atraso, porque ha funcionado bien y ha permitido a las familias elegir el centro que quieren». Para el presidente de la federación católica de Ampa (Fcapa) de Valencia, Vicente Morro, el nuevo modelo es «es ideológico y carente de criterios pedagógicos».
La presidenta de la federación de Ampa mayoritaria en la pública, FAPA-Valencia, Eva Grimaltos, en declaraciones a Europa Press, afirma que poner fin al distrito único que implantó el Consell del PP hace tres cursos «es positivo», porque ha sido una medida «clasista» que ha creado colegios «gueto».
