El debate de los presupuestos de la Generalitat quedó ayer arrinconado por un desliz verbal del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que llamó «payaso» al diputado del PP, Rubén Ibáñez. La mayor parte de la Cámara no lo escuchó, pero el representante del PP detuvo su intervención para asegurar que le parecía «vergonzoso» lo sucedido. Puig admitió después que lo hizo mientras conversaba con la vicepresidenta, Mónica Oltra. El jefe del Consell defendió que no era un insulto personal, y remarcó que la de payaso le parecía «una profesión muy digna».

En plena polémica terció el presidente de las Corts, Enric Morera, para asegurar que el calificativo no se había escuchado y que, por tanto, no constaría en acta, ante las protestas de los populares. El diputado aludido aseguró que era una «vergüenza» que un presidente de la Generalitat llamara «payaso» a un diputado y lamentó la «increíble ocultación de la verdad» que, a su juicio, se había producido.

Para enredar el asunto aún más, desde la bancada del PSPV lanzaron que Puig había dicho «padrazo», a lo que el diputado popular respondió airado: «Ahora dice que me ha dicho padrazo, fíjese; es el presidente de la Generalitat, no tenemos otra cosa».

La bronca se había iniciado al asegurar el diputado que la empresa Carns de Morella es «la gran beneficiada» del presupuesto. Puig aseguró que no buscaba insultar a nadie. «Si el señor Ibáñez se ha sentido afectado en lo personal, yo lo retiro absolutamente», dijo el presidente, que subrayó que durante el debate se le había llamado a él «indigno, prevaricador y no sé cuántas cosas». El PP difundió después un vídeo de la sesión en el que se ve a Puig musitar una palabra mientras habla Ibáñez, sin que se pueda percibir qué es lo que manifiesta. Y ello para asegurar que, en contra de lo manifestado por Puig, el calificativo no se lo habría dicho a Oltra sino mirando al diputado popular.

Mientras, las Corts rechazaron ayer la enmienda a la totalidad que el PP había presentado a los presupuestos, con los votos en contra de Compromís, PSPV y Podemos, que anunció enmiendas a los presupuestos, y la abstención de Ciudadanos.

Pérdida de la autonomía»

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, defendió las cuentas, las primeras que caminan hacia la transparencia, el realismo y el cambio de modelo, dijo, y defendió la inclusión de 1.300 millones de la reivindicación de la infrafinanciación. Soler añadió que los préstamos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), suponen «la pérdida de autonomía valenciana». Según sus cálculos, el FLA ha costado a los valencianos 1.468 millones en intereses desde el año 2012.

El conseller también lamentó que el Gobierno de España liquida cada dos años siempre en positivo, pero mientras retiene el dinero de los valencianos.