Al día siguiente de que el líder del Bloc, Enric Morera, el candidato Joan Baldoví y el sector crítico se prometieron una tregua electoral, para retomar el proceso congresual el 21 de diciembre, cayó la octava dimisión en la ejecutiva nacionalista. Fue el pasado sábado y llegó desde Benicarló. Marta Escudero presentó su renuncia motivada en una carta a la ejecutiva, a la que ha tenido acceso este diario. Escudero explicó gráficamente que hacía «mucho tiempo» que su renuncia, por motivos personales, estaba «en la bandeja de salida». Ahora, «los acuerdos adoptados con motivo de las elecciones españolas han provocado un descontento y una desilusión suficientes como para obligarme a dar el paso definitivo». «Sé que las negociaciones han sido duras, interminables, pero me cuesta reconocer aquellos rasgos básicos de mi partido dentro de un proceso extraño, acelerado y, ampliando la perspectiva, poco democrático», agregó Escudero.

La exdirigente del Bloc hace autocrítica al admitir que su participación en la dirección ha sido «nula» y, por tanto, «no estoy en disposición de hacer crítica». La «carga» de obligaciones en su ámbito «personal y laboral» „distinta a cuando la eligieron para la ejecutiva en 2012, cuenta„ ha generado «un distanciamiento evidente de la ejecutiva». «Una desconexión que ha sido muy dolorosa porque yo me implico con fuerza en los proyectos que emprendo», concluyó.