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Proyecto

El Manhattan no muere, se transforma

El nuevo gobierno socialista de Cullera quiere modificar el proyecto para hacerlo más «sostenible» y «viable» - Pese a la crisis, los propietarios creen que el PAI de la Bega-Port puede salir adelante, aunque piden abaratar los costes de urbanización

Transformarse o morir. Esa es la máxima que parecen seguir el Ayuntamiento de Cullera y los propietarios del PAI de la Bega-Port, el conocido como Manhattan. Este macroproyecto urbanístico prevé la construcción de treinta y tres torres de veinticinco alturas y dos hoteles de cuarenta pisos pero, como reconocía recientemente un profesional del sector inmobiliario, «los tiempos en los que se ataban a los perros con longanizas han pasado», así que desde Cullera son conscientes de que hay que modificar el actual proyecto para hacerlo más viable.

El estallido de la burbuja inmobiliaria y los tribunales han acabado con proyectos urbanísticos tan emblemáticos como el PAI de Porxinos en Riba-roja, donde el Valencia CF preveía ubicar su futura ciudad deportiva, o el Nou Mil·lenni de Catarroja, que proyectaba la construcción de 12.000 viviendas.

Además, el nuevo Consell baraja revertir a suelo rústico los PAI sin edificar. Pero el Manhattan de Cullera venció en los tribunales al demostrarse que había agua suficiente para todos los inmuebles que se proyectan y tampoco se vería afectado por la decisión del Consell, ya que su suelo se declaró urbanizable hace veinte años.

Proyecto más sostenible

No obstante, el alcalde de Cullera, el socialista Jordi Mayor, reconoce que «hoy en día el Manhattan, tal cual está pensado, no es viable» y necesita un cambio para hacerlo «sostenible» y realizable. Mayor no desvela si se reducirán las alturas ni qué cambios se pretenden introducir, aunque, cuando estaban en la oposición los socialistas defendieron una disminución de la volumetría. El nuevo gobierno local ya se ha reunido con los propietarios de los terrenos y les ha emplazado a aportar alternativas al actual diseño; además, el ayuntamiento también ha consultado a un grupo de expertos para ver cómo abordar la situación.

Según defienden, se pueden introducir modificaciones porque la reparcelación aún no se ha aprobado. Pero todo esto será a largo plazo. «Debe pensarse bien porque de esta decisión depende el futuro de Cullera», advertía el alcalde. Por su parte, los propietarios se muestran contrarios a los elevados costes de urbanización del actual Manhattan, el cual costaría alrededor de 92 millones. El soterramiento de los contenedores de basura, así como otros servicios, encarece la urbanización.

Los propietarios encargaron hace años un proyecto alternativo que estimaba que el Manhattan podía urbanizarse con tan solo 22 millones. No obstante, estos no dicen si estarían dispuestos a reducir las alturas de los rascacielos. Quieren que el ayuntamiento sea el primero en mover ficha y plantear su alternativa y, después, ya hablarán ellos.

La crisis hace difícil iniciar un proyecto urbanístico pero, en declaraciones a este periódico, un representante de los propietarios se mostró optimista. Aunque reconocen que los años dorados de la construcción han pasado, creen que si se reducen los costes de urbanización el proyecto se podrá realizar. Y es que, el Manhattan tiene una ubicación estratégica al situarse en primera línea de playa y junto a la desembocadura del río Xúquer.

El PAI de la Bega-Port, independientemente de cómo se construya finalmente, es un proyecto clave para la industria turística de Cullera porque prevé la ejecución de diversas infraestructuras, como un nuevo puerto deportivo en el que también habría una nueva zona de ocio; además de hoteles y un puerto pesquero.

La urbanización no se ha iniciado porque la mayoría de los propietarios decidieron pagar con terrenos y no había liquidez suficiente para iniciar las obras. El anterior ayuntamiento del PP intentó construir de forma independiente el puerto deportivo para cubrir estas necesidades y, posteriormente, ya se desarrollaría todo lo demás. Pero finalmente no pudo ser porque, si se hubiera retrasado el resto de la urbanización, el ayuntamiento tendría que haber pagado a los propietarios de los terrenos del puerto su valor.

El Ayuntamiento ha renunciado a ejecutar la ocupación directa de los 170.000 m2 de terrenos donde se ubicará el puerto deportivo (que contará con 700 amarres) y pesquero del Manhattan. Este trámite se aprobó en 2009 para construir cuanto antes estas infraestructuras y no tener que esperar a que se aprobara la reparcelación; pero el ejecutivo cullerense ha desistido de esta iniciativa porque, si una vez aprobada la ocupación, se hubiera retrasado el resto de la urbanización del sector, el Ayuntamiento tendría que haber pagado a los propietarios de los terrenos del puerto su valor.

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