Era (es aún) uno de los puntales urbanísticos del litoral Mediterráneo. La reactivación del Manhattan coincide en el tiempo con el conocimiento de las conclusiones asumidas por la Comisión Europea derivadas del informe elaborado por el Centro de Estudios Ambientales del Mediterrñaneo (CEAM). En ese documento se pone de manifiesto el impacto negativo que está teniendo el uso del suelo en la costa mediterránea, con acento en el desarrollo urbanístico que ha asfaltado el litoral en las últimas décadas, sobre el clima de todo el continente europeo. En dicho informe se enumeran causas como la pérdida de la cubierta vegetal, relacionadas con inundaciones producidas en Centroeuropa.

Yendo un poco más allá, los cambios sufridos en las costas podrían provocar a su vez cambios en las corrientes marinas que, al final, generarán transformaciones significativas en el clima. En ese informe especial del CEAM titulado «Suelo y Agua. Una perspectiva a largo plazo» se apunta a «grandes cambios climáticos» que afectan prácticamente a todo el continente europeo.

El sellado del suelo, inherente al desarrollo urbanístico, junto a la destrucción de bosques y a la desaparación de los marjales, están entre los agentes principales propiciadores del descenso de las precipitaciones, concluyen los investigadores.

Las nubes de vapor que no llegan a descargar en nuestras costas acabarían convirtiéndose en causantes de grandes inundaciones en el continente. El informe apunta a la necesidad de reforestar, justo el proceso inverso al que se ha llevado hasta este momento.