El investigador y experto en desertificación José Luis Rubio alertó ayer de que España, por su fragilidad climática, es uno de los países que se verá más afectado por el cambio climático e instó al Gobierno a ser más «beligerante» y activo» para conseguir medidas eficaces contra esta «amenaza que sin duda constituye el desafío más importante del siglo XXI».

«La situación es preocupante y sombría», afirmó en una entrevista el Premio Jaume I de Protección Medioambiental en 1996, quien considera que la cumbre de Cambio Climático que comienza hoy en París es la «oportunidad de crear un nuevo protocolo más eficaz y vinculante».

A su juicio, el proceso de calentamiento global «no es irreversible» aunque si no se toman medidas urgentes la situación «tenderá a agravarse y acelerarse y las consecuencias serán cada vez más costosas y dolorosas. El clima se queja como un viejo motor que carraspea y se acelera bajo achaques de taquicardia», señaló. El Investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Centro de Investigaciones sobre Desertificación(CIDE), afirmó que aunque en ciencia la palabra más usada es «escepticismo», el nivel de consenso sobre «la evidencia la gravedad del cambio climático, es contundente e insólito».

Según Rubio, hay evidencias en cuanto a parámetros medibles como la elevación de la temperatura media global (en torno a un grado) o de los niveles sin precedentes de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases con efecto invernadero.

Por otra parte, el planeta «está dando abundantes señales» con hechos evidentes como la subida del nivel del mar, la acidificación marina o el retroceso de los glaciares. «También somos testigos de mayor frecuencia de anomalías climáticas, de mayor incidencia de la sequías, de la aparición de nuevos vectores de enfermedades humanas como el mosquito tigre o del repunte de la malaria», advirtió el experto.

A juicio de Rubio, «se está perdiendo un tiempo precioso, no por falta de conocimientos científicos o técnicos, sino por intereses económicos y políticos y porque la sociedad está como anestesiada y sin reaccionar como debiera ante la envergadura de la amenaza».

«De hecho, solo un 3 % de la población mundial ha cambiado sus hábitos ante el cambio climático», sostuvo. Por último, insistió en que España va a ser uno de los entornos «más afectados» por el cambio climático, por su gran «vulnerabilidad climática», que ya nos sitúa como el país «más árido del continente europeo» y una de las zonas «más sensibles».