El cara a cara entre el conseller de Educació, Vicent Marzà (Compromís) y su antecesora en el cargo, Mª José Català (PP), organizado ayer por la Cadena SER, confrontó dos modelos ideológicos distintos sobre la educación.

Marzà subrayó que, al llegar a la conselleria este verano se encontró con las consecuencias de «una gestión nefasta», donde se habían comprometido inversiones que no se habían realizado y con una comunidad educativa «desilusionada y con poca esperanza de ser escuchada».

Por eso, el actual titular de Educación presumió de que en los primeros meses se ha reunido «con todos y han escuchado a todos». Sin embargo, Català, ahora portavoz adjunta del Grupo Popular en las Corts, consideró que el diálogo y consenso al que alude su sucesor, «no son más que postureo, ya que, después de escuchar a todos, Marzà «aplica el rodillo» e impone lo que desea.

Marzà defendió que en sus cinco primeros meses al timón de la conselleria ha empezado a revertir algunos de los recortes de la anterior Generalitat. Así destacó el aumento del número de profesores, o su propuesta para bajar ratio máxima de alumnos por aula, y el reabrir muchas de las unidades que Català cerró en la anterior legislatura.

«Acabar con los privilegios»

La exconsellera, por su parte, reprochó al actual gobierno que «denosta» a la educación concertada y «restringe, por tanto, la libertad de elección de las familias». Considera Català que Marzà, como miembro de Compromís que es, «no pretende cambiar el modelo educativo sino el modelo de sociedad».

Por contra, Marzà esgrimió que acabar con el distrito único de escolarización «es apoyar la igualdad de oportunidades y acabar con los privilegios». Sostuvo que con el anterior modelo «son los centros los que escogían a las familias y no al revés». También se debatió sobre la parálisis de la FP dual o el adelanto de la escolarización a los dos años.