No es el único retrato del monarca que realizaría el autor, que murió en Inglaterra por una enfermedad hepática a finales de los ochenta, dejando una mujer y tres hijos. «El encargo vino porque era uno de los pintores prestigiosos de la ciudad», remarca su hijo.
Su vida y obra quedaron recogidas en el Diccionario de Artistas Valencianos del siglo XX, obra de l estudioso Francisco Agramunt que editó Albatros.
David Arcas no sabe exactamente cuántos retratos del monarca más realizaría su padre pero en la Academia de Bellas Artes dan cuenta de, al menos, otra pintura, en este caso desposeída de toda leyenda. Es un retrato de medio cuerpo del propio Juan Carlos, posterior a la pintura ecuestre. De hecho esa obra presidió el salón de actos de la academia hasta las últimas obras.
Paisajista y retratista, Brauner estudió en Bellas Artes y allí mismo acabaría dando clases, donde también trabaría amistad con Eduardo Sales. Ambos impartieron lecciones en la cátedra de dibujo de la facultad. Sus tres hijos (Irina, David y Diego), fruto del matrimonio con Asunción Ivorra, aparecerían retratados junto a él en uno de sus cuadros.
