El equipo de arqueólogos que dirige el catedrático de Prehistoria de la Universitat de Valencia, Valentín Villaverde, ha hallado dos nuevos restos fósiles de neandertales en el yacimiento de la Cova Negra de Xàtiva. Se trata de dos fragmentos craneales, uno de los cuales casa además con otro encontrado hace dos años en el mismo lugar y parece corresponder a un individuo adulto joven. El segundo consiste en un fragmento de frontal que lleva asociado el arco supraorbital, la parte superior de la cara, y es el primer resto de ese tipo que se localiza en dicho yacimiento, en el que ya se han documentado cerca de treinta restos humanos que corresponden a un número mínimo de ocho individuos.

El doble hallazgo fue dado a conocer por el profesor Villaverde en la Fundación Cañada Blanch de Valencia en el transcurso de su conferencia "Los otros. Una visión de los neandertales", con la que se cerraba el quinto ciclo de divulgación científica ConecTalks que dirige el catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de Vaència, Vicent Martínez. El ciclo se enmarca dentro del programa de actividades de la Cátedra de Divulgación de la Ciencia establecida entre la Cañada Blanch y esa institución universitaria.

Los dos fósiles encontrados suponen un hallazgo importante para el conocimiento de las características de las poblaciones neandertales en la Europa meridional. Desde el punto de vista cuantitativo, la Cova Negra es uno de los yacimientos neandertales más relevantes de la península ibérica por el número de restos hallados. Destaca además, según afirmó Villaverde, por ser el que mayor número de elementos infantiles neandertales conserva, una característica que comparte con algunos conjuntos de Francia y de Oriente Próximo, donde también existe un buen número de niños representados entre las poblaciones neandertales.

Una visión negativa del hombre neandertal

Valentín Villaverde trazó durante su conferencia un panorama de cómo se entienden hoy en día a los neandertales, ya que habitualmente han sido observados como una especie distinta y muy alejada de la nuestra desde el punto de vista del comportamiento. Sin embargo, en los años sesenta del pasado siglo se consideró que los neandertales europeos dieron lugar a los humanos modernos, sin que hubiera una ruptura cultural entre unos y otros. Una idea que dos décadas después cambió totalmente a consecuencia de la intervención de dos novedades en el ámbito de la arqueología.

Una fue la incorporación de los resultados de la biología molecular, ya que a través de los datos del ADN mitocondrial de las poblaciones antiguas y de las modernas se llegó a la conclusión de que el origen de la humanidad moderna era reciente y africano. Eso incidió muy negativamente en la visión de los neandertales, al afirmarse que había diferencias muy sensibles con los humanos modernos, hasta el punto que la mayor parte de los genetistas negaron cualquier tipo de relación entre unas poblaciones y las otras. De ahí que se propagara la teoría del fuera de África, "que era la idea de una gran ruptura en la que la población africana se expande y sustituye a las poblaciones de fuera de África, y que no tiene nada que ver en el proceso de la expansión de la humanidad. No habría, por así decirlo, en esa visión hibridación entre poblaciones neandertales en Europa y las poblaciones africanas que se expanden", resaltó Villaverde.

La expansión de la humanidad moderna desde África

Por otra parte, la cronología permitió datar por primera vez los yacimientos antiguos más allá de los 30.000 años, llegándose a la conclusión de que en el Oriente Próximo hubo una etapa de presencia de neandertales, otra después muy antigua de humanos anatómicamente modernos y de nuevo otra etapa de neandertales. Así, se concluyó que "hubo una expansión temprana de la humanidad moderna hacia Oriente Próximo que no tuvo éxito y que la siguiente, que sería la definitiva, se retrasó hasta los 40.000 años y sustituyó completamente a las poblaciones neandertales de la zona", señaló el catedrático de Prehistoria.

"Los resultados de la biología molecular y las dataciones absolutas -aseguró el arqueólogo- defendieron la idea de que los neandertales eran una especie completamente distinta a la nuestra, que incluso desde el punto de vista de la cognición, el comportamiento y la cultura no habían tenido nada que ver con nosotros y que el éxito de la expansión de la humanidad moderna desde África al resto del mundo estuvo basada en unas capacidades culturales y cognitivas distintas". De ahí que los neandertales fueran vistos negativamente ante la creencia de que carecían de capacidad organizativa, de planificación y de lenguaje e incluso que el sistema social era distinto del de las sociedades cazadoras actuales.

Los neandertales dejaron su huella genética

Esa situación cambió hace solo cuatro años cuando se consigue obtener el ADN molecular y los biólogos observaron que había una proporción de genes neandertales idénticos a los de las poblaciones europeas y que eran inexistentes en las africanas. Por tanto, una parte de la población europea que recibió la llegada de los humanos anatómicamente modernos desde África hace 40.000 o 50.000 años se mezcló con las poblaciones neandertales, dejando así su huella genética. "Eso ha sido una gran sorpresa que nos ha situado ante una nueva perspectiva, ya que si fueron capaces de reproducirse entre ellas es posible pensar que no eran dos especies distintas, sino todo lo más dos subespecies, aún cuando este tema es motivo de importante controversia en la actualidad", dijo el profesor Villaverde.

El catedrático de prehistoria incidió en que los arqueólogos siempre han considerado que el registro arqueológico no muestra un cambio importante en términos culturales entre los neandertales y los primeros humanos anatómicamente modernos y que, por consiguiente, es muy difícil extrapolar que las capacidades cognitivas de éstos fueran inferiores a la de los humanos modernos. "Lo que estábamos observando en los últimos años es que los neandertales eran muy adaptativos, tenían una explotación del medio idónea, tenían adornos, se pintaban, enterraban a sus muertos, etc, factores todos ellos de carácter cultural que no contrastan radicalmente con los de los humanos modernos del Paleolítico superior", afirmó.

Valentín Villaverde hizo también referencia a las diferencias morfológicas entre un neandertal y un humano moderno y cómo se traducen desde el punto de vista de la cultura y de la cognición. Asimismo, huyó de cuestiones técnicas y abordó aspectos como la economía, el armamento, el uso del espacio, la movilidad, el comportamiento simbólico, etc. de los neandertales, incorporando la mayor parte de las veces ejemplos europeos y, en algunos casos, específicos de los yacimientos valencianos más importantes como los de la Cova Negra (Xàtiva) y la Cova del Bolomor (Tavernes de la Valldigna).

Hipótesis sobre la extinción de los neandertales

En el transcurso de su exposición, Valentín Villaverde abordó las posibles hipótesis sobre la extinción de los neandertales, señalando que no existe unanimidad entre los especialistas. Descartó la causa climática al señalar que si aparecieron hace 300.000 años y desaparecieron hace 30.000, vivieron durante todas las fluctuaciones climáticas que se sucedieron en ese amplio periodo de tiempo, por lo que los factores climáticos no parecen ser una razón explicativa de su extinción.

Villaverde destacó que la Europa neandertal era un territorio con una densidad geográfica bajísima en la que subsistían pequeños grupos de población en las zonas más meridionales que en ocasiones permanecían aislados por las variaciones del clima, con procesos expansivos glaciares y con el cierre de ciertos pasos europeos. En ese contexto de muy baja densidad demográfica, el arqueólogo se refirió a que un elemento que interfiriera en un equilibrio difícil en la competencia de dos especies pudo ser suficiente para que se produjera un desequilibrio que conllevara a la desaparición de uno de ellas. Si a ello sumamos la posibilidad de que en determinados casos hubiera hibridación y un proceso de asimilación que ofreciera ciertas ventajas adaptativas o reproductivas a los humanos anatómicamente modernos, la paulatina desaparición de los neandertales, que no de algunos de sus componentes genéticos, resulta menos difícil de entender.

"En términos reproductivos, -indicó- los genetistas aseguran que basta con que uno de los dos grupos tenga un éxito reproductivo ligeramente mayor para que la otra subespecie desaparezca en poco tiempo si hay competencia directa sobre los mismos alimentos. Porque tanto los neandertales como los humanos anatómicamente modernos son dos grupos cuya economía depende de la caza y, por tanto, actúan sobre los mismos recursos, sobre los mismos alimentos".

Los datos aportados por la biología molecular apuntan a que situaciones similares de asimilación de poblaciones se produjeron en otras zonas, como el Sureste Asiático y Australia y Nueva Zelanda, tal y como queda reflejada en la huella genética dejada, mediante introgresión, en las poblaciones actuales de esas zonas por los denisovanos.