Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

«Es inaceptable que un cargo se oponga a exhibir sus bienes»

«No aceptamos la excusa de que les pone en riesgo airerar su patrimonio; es un derecho de la ciudadanía»

El último gobierno del PPCV sacó un sobresaliente en el examen de Transparencia Internacional. El mismo que más condenas ha acumulado por opacidad ¿Fallan los índices?

No hay indices perfectos. En España se han producido situaciones como esa: que aparecen bien ranqueados quien todo el mundo sabe está vinculado a casos de corrupción. Los nuevos indicadores generarán resultados más ajustados a la realidad. Hay que afinar, pero no es fácil medir la corrupción porque hay un componente político que hace difícil un seguimiento preciso y técnicamente impoluto en el resultado.

Un punto débil de ese examen fue la difusión pública de los bienes de los altos cargos. También este Consell se ha encontrado con algunas reticencias internas. ¿Entiende los recelos?

¿Por qué se quejan de que se les exija publicar los bienes? La rendición de cuentas viene aparejada a esa confianza que la ciudadanía concede a otros. Quien quiere un cargo tiene que ser consciente de que es su obligación mostrarse transparentemente ante la ciudadanía para saber si ha habido un enriquecimiento indebido. Es inaceptable que una autoridad se oponga a la exhibición publica de su patrimonio. No aceptamos como argumento la excusa de que les pone en riesgo, es un derecho de la ciudadanía.

¿Los funcionarios públicos también tienen que ser igual de transparentes?

El argumento es exactamente el mismo. Si uno quiere ser funcionario público y tener una cuota de poder, debe saber que tiene aparejado una menor protección del honor y de transparencia que la que se exige al ciudadano.

¿Son corruptos los partidos o las personas?

Hay estructuras corruptas tras las cuales hay personas corruptas. También hay partidos bien estructurados a los que se le cuelan corruptos. Y hay partidos estructurados en torno a normas y jerarquías corruptas con poca transparencia, sin elecciones internas para elegir los liderazgos y con prácticas clientelistas y caudillistas.

Compartir el artículo

stats