Las delegaciones de la Generalitat Valenciana y los gobiernos de Navarra y Baleares, asistentes a la Cumbre del Clima de París (COP21), consideran «insuficientes» los planteamientos de este foro, aunque han reconocido «el avance» que han supuesto las conversaciones y acuerdos de esta conferencia internacional, según informó el Consell por medio de un comunicado.

Los tres gobiernos han realizado una declaración conjunta en la que se comprometen a «abordar con rigor y ambición el reto que representa el cambio climático en la defensa de las poblaciones humanas» en sus territorios. Asimismo, coincidieron en su «preocupación» ante las políticas del gobierno español «en materias de industria, energía, movilidad, extracción de combustibles fósiles o protección de los ecosistemas».

La Generalitat Valenciana y las otras dos comunidades autónomas ya han instado a que el acuerdo de la cumbre «sea revisado de forma urgente por la comunidad internacional» puesto que «se han descartado puntos relevantes de las propuestas iniciales». En este sentido, las tres autonomías han explicado que han pedido esta revisión «para que los intereses generales de la población mundial no queden supeditados y gravados por influyentes intereses particulares económicos y políticos».

Además, en la declaración conjunta también se reconoce «implícitamente» que «el calentamiento global constituye una amenaza de primer nivel para el presente y futuro de las poblaciones humanas y de las economías de los territorios representados», y que será «prioritario» contribuir con «todos los esfuerzos para hacer frente a este grave fenómeno global».

En este sentido, las tres comunidades autónomas «reconocen la especial vulnerabilidad de sus territorios frente al calentamiento global por sus características geográficas, medioambientales, económicas y sociales». «Impactos que ahora afectan de forma grave a cada vez más enclaves del planeta comienzan a ser también patentes en todos los territorios de España, amenazando los recursos hídricos, provocando la acidificación de las aguas, incrementando los procesos erosivos, la desertización, el incremento del nivel del mar, la pérdida de masas forestales y la alteración de ecosistemas y de las especies que los pueblan», apuntan en la declaración.

Por otra parte, destacan que en conversaciones con la delegación española, la sociedad civil y otros asistentes a la cumbre, «se ha trabajado para defender un acuerdo ambicioso e inclusivo dirigido a reducir y evitar las peores consecuencias y escenarios del cambio climático». Por ello, abogan por crear «un acuerdo vinculante» que «apueste por la descarbonización de la economía de cara a 2050 con revisiones periódicas de los objetivos acordados, a fin de limitar el calentamiento global entre 1.5º C y 2º C sobre los niveles preindustriales (1880) tal y como recomienda la comunidad científica».

Mayor implicación

Las comunidades han manifestado que «los países más desarrollados, con una mayor responsabilidad histórica de emisiones de gases de efecto invernadero, deben tener una mayor implicación y activar mecanismos de financiación para garantizar una adecuada adaptación al cambio climático a nivel global». «Esta reivindicación no se ha cumplido en la Cumbre de París», lamentan.

Así, los firmantes se han comprometido a abordar el «reto que representa el cambio climático en la defensa de las poblaciones humanas de estos territorios» «Declaramos nuestra apuesta por la descarbonización comprometiendo reducir el 80 por ciento las emisiones contaminantes para 2050, y contribuyendo de forma decidida y efectiva al desarrollo de energías renovables y a la protección de los recursos naturales», concluyen.