Un grupo de investigadores, entre los que se encuentran varios valencianos, ha abierto la puerta a que, en un futuro, se pueda detectar el consumo de la conocida como droga caníbal -metilendioxipirovalerona, MDPV- a través de la orina. Según anunciaron ayer desde la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Castelló, el estudio, publicado por la revista científica «Analytical and Bioanalytical Chemistry» establece los marcadores metabólicos que detectan el consumo de esta droga en la orina, lo que podría utilizarse, en principio para los controles de estupefacientes o, incluso, para realizar estudios epidemiológicos mediante el análisis de las aguas residuales, según el profesor de Medicina de la CEU-UCH en Castelló Gonzalo Haro, que ha formado parte del equipo autor del estudio junto a Teresa Orengo, de la Unidad de Tratamiento de Adicciones Grao-Clínico, de Valencia.

Según el profesor Haro, la sustancia actúa «como un inhibidor de la recaptación de la noradrenalina y la dopamina, es un análogo de la pirovalerona, un psicoestimulante empleado para tratar la fatiga crónica en los años 70, que fue retirado del mercado por crear dependencia. En los foros de internet, esta nueva droga de síntesis es descrita por los consumidores como un potente psicoestimulante, o una droga psicodélica, que se administra en dosis de 10 miligramos por vía intranasal, oral o rectal».

Los investigadores han usado muestras de un consumidor de esta droga para identificar las moléculas «generadas en el proceso de metabolización de esta sustancia en la orina, hasta ahora no descritos en los estudios previos, realizados solo in vitro o empleando modelos animales», destaca el doctor Haro.

De los diez metabolitos identificados en la orina, cinco han sido coincidentes con los ya descritos en los análisis en animales y se han hallado dos nuevos metabolitos. El equipo investigador ha sido liderado por el grupo de Química Analítica y Salud Pública formado por los doctores María Ibáñez, Juan Vicente Sancho y Félix Hernández, de la UJI.