La última noche del año, fiesta con los amigos y una madrugada para recordar. Las ganas de hacer que la Nochevieja sea una cita memorable puede tener consecuencias difíciles de prever sobre todo si en el cotillón para la fiesta entran las drogas de diseño.

Este es el mensaje que ayer trasladaron desde la ONG Controla Club y la Conselleria de Sanitat Universal en la nueva campaña lanzada expresamente para estas fiestas. El lema «No experimentes con tu Navidad», deja claro cuál es el objetivo de este año: poner el acento en las nuevas sustancias psicoactivas (NSP) de las que, en muchas ocasiones, se desconoce su composición y sus efectos.

Según los datos aportados ayer por Vicente Pizcueta, presidente del Controla Club, solo en 2013 aparecieron 100 nuevas sustancias que eluden el registro de las ya catalogadas como ilegales por lo que «no hay ni historial médico, ni composición, ni dosificación ni el grado de adulteración», lo que se traduce, en la práctica, en un desconocimiento total de cómo puede responder aquel que las toma.

La Comunitat Valenciana está conectada con el observatorio español y europeo sobre drogas «que nos ponen en alerta ante la aparición de nuevas sustancias cuando se registra algún caso. Así, los servicios sanitarios pueden estar al corriente ya que es muy difícil detectarlo en pacientes por falta de métodos para ello o por asimilación con síntomas de otras drogas», concretó el director general de Asistencia Sanitaria, Rafael Sotoca.

De entre todas ellas, los expertos de Controla Club destacaron ayer la peligrosidad de los cannabinoides sintéticos, una de las sustancias «que más alertas sanitarias está generando en Europa» y que ha llegado a estar detrás de muertes «con una sola calada».

Baja percepción de riesgo

«Son compuestos químicos en los que se altera una molécula para estar fuera del catálogo de drogas ilegales», explicó Pizcueta y, precisamente por ello, los efectos son impredecibles. «La percepción de riesgo en torno a ellos es baja pero son las más peligrosas ya que pueden llegar a tener una carga psicoactiva 20 veces superior a la cocaína aunque en su consumo se dosifica igual», abundó.

Su peligrosidad radica, además, a que se asimilan -tanto por el nombre como por la presentación en forma de mezcla de hierbas- con derivados del cannabis cuando «no tienen nada que ver». En este grupo entrarían «las de tipo Spice, entre las que las más peligrosas son la K-2 y la Green Rush», explicaron desde Controla Club. Con todo, su consumo es muy residual. Según los datos del Estudio Edades del Plan Nacional sobre drogas, el 3 % de la población entre 15 y 64 años «han consumido estas drogas en alguna ocasión».

La campaña no deja de lado, sin embargo, los riesgos del consumo del alcohol y otras drogas en estas fiestas. Según recordó Sotoca, en la Nochevieja de 2014 se registraron en las 3 provincias 135 urgencias por intoxicaciones etílicas, «la cifra más alta de los últimos años», apuntó. Además, uno de cada diez adolescentes se inician en el consumo de alcohol en Navidad.