Eliminar el «clientelismo» y el «besamanos» al que el expresidente de la Diputació, Alfonso Rus, tenía «sometidos» a los ayuntamiento a la hora de conseguir financiación. De esta forma, los presupuestos de la Diputació de Valencia para el próximo año „de 455 millones de euros„ pasan de la «ocurrencia» a la «eficiencia», dejando a un lado la «discrecionalidad» mientras se apuesta por aumentar las partidas sociales, según aseguraron ayer fuentes de la entidad que preside Jorge Rodríguez.

Este argumentario se refleja en las cuentas con la reducción en seis millones de los denominados «convenios singulares». Hasta ahora esta partida „que que el año pasado contaba con ocho millones de euros„ la asignaba el expresidente Rus de forma directa a los proyectos que considerara o a los municipios gobernados por uno u otro alcalde. Ahora esta partida se queda en dos millones de euros para abordar las «urgencias» que puedan tener los municipios eliminando las subvenciones directas que se otorgaban desde presidencia.

El ahorro en esta partida de «convenios singulares» se destina a potenciar partidas más sociales. De esta manera, la Diputació crea por primera vez una línea de 1,2 millones destinada a Igualdad de género para que los ayuntamientos impulsen distintas actuaciones de asistencia a mujeres y en contra de la violencia machista. Pero ahí no queda la cosa. La partida de servicios sociales también se incrementa en 1,5 millones al pasar de 4,8 a los 6,3 que reflejan los presupuestos para 2016, con el objetivo de mejorar la asistencia a las familias más desfavorecidas que, ante cualquier problema, la primera puerta a la que tocan es a la de su ayuntamiento.

Los ayuntamientos deciden

El plan de ocupación también se incrementa respecto al año anterior en 500.000 euros al pasar de 2,5 a 3 millones de euros, en aras de que los ayuntamientos pongan en marcha distintas actuaciones para generar empleo. A planes de sostenibilidad se destinan 1,4 millones, mientras que a las comarcas y mancomunidades se destinan 250.000 euros.

Además, se destinan 5 millones a actividades e instalaciones deportivas, pero «la Diputació no marcará en qué debe realizarse la inversión». De esta forma, los ayuntamientos no recibirán un dinero para cambiar sí o sí el césped artificial o ejecutar el plan de luces led, sino que «serán ellos los que marquen sus proyectos».