Iberdrola ha puesto en marcha en fase de pruebas la ampliación de la central hidroeléctrica reversible de Cortes-la Muela poniendo punto y final al laborioso proceso constructivo de esta instalación que fue oficialmente inaugurada por el actual rey de España, Felipe VI el 14 de octubre de 2013 y que debería haber entrado en servicio a finales de 2012.
Las primeras pruebas en la nueva conducción hidroeléctrica han coincidido en el tiempo con la reapertura del acceso a la población de Cortes de Pallás interrumpido el pasado 7 de abril. Fuentes de la compañía eléctrica explicaron que con la entrada en operación «provisional » de la nueva central „ en unos días está previsto su arranque comercial„ la potencia adicional instalada, 880 MW en turbinación, convierte al complejo «en la mayor instalación hidroeléctrica de bombeo de Europa». La nueva conducción añade dos nuevos grupos de bomba-turbina a los ya existentes.
Con sus más de 1.700 MW, Cortes- La Muela será capaz de generar energía limpia para 500.000 hogares y evitar la emisión de más de 2,2 millones de toneladas de CO2, según fuentes de Iberdrola.
La construcción de este ·enclave de producción de energía limpia· en el Júcar, ha tenido una gran relevancia en toda su área de influencia, generando una inversión global de más de 1.200 millones de euros. Los costes, además, se han disparado después de que el pasado octubre de 2013 una descarga de agua desde el depósito de la Muela reventó parte de la tubería conectada a las turbinas.
La central de Cortes- La Muela puede aprovechar los excedentes generados por la próxima central nuclear de Cofrentes o por parques eólicos y fotovoltáicos para elevar el agua del Júcar desde el embalse de Cortes II hasta el depósito superior de la Muela, que actua como una especie de «batería» de la que es posible obtener energía justo cuando se necesita.
«La acumulación de energía mediante bombeo maximiza el uso de las energías renovables, ya que éstas dependen de las condiciones meteorológicas, que no están relacionadas con la demanda eléctrica, mientras que la tecnología de bombeo, también renovable, además es gestionable. Puede acumular energía en los momentos de exceso de producción, como sucede en los días más ventosos, y devolver este exceso al sistema en los momentos de mayor demanda, para evitar tener que recurrir a tecnologías que emplean combustibles fósiles».
Cortes-La Muela puede pasar de absorber 1.400 MW a entregar al sistema más de 1.700 MW en unos minutos, lo que permite al operador de la red eléctrica una gran capacidad de gestión.
