El horario de fiestas que desde el pasado 23 de diciembre se está aplicando en los centros de salud de Valencia capital está colapsando los servicios de urgencias de los puntos de atención continuada y de los hospitales, con esperas de entre cinco y seis horas en los días de mayor afluencia. Los centros de Atención Primaria que normalmente cierran sus puertas a las 21 horas, están aplicando hasta el próximo día 8 de enero un horario reducido hasta las 17 horas además de cerrar tanto el 24 y 25 de diciembre como el próximo jueves día 31 y viernes, día de Año Nuevo.

La medida, que no es nueva, se está dejando notar de la peor manera posible tanto en los cuatro puntos de asistencia sanitaria de la capital (Campanar, Serrería II, Juan Llorens y Arabista Huici) y como en las salas de Urgencias de los hospitales de referencia.

Las quejas por parte de los usuarios no se han hecho esperar poniendo el acento, sobre todo, en que el recorte de horarios se viene produciendo desde hace más de una década con idénticos resultados para médicos y pacientes. Para la Asociación Valenciana de Usuarios de la Sanitat (Avusan) es una «mala decisión» por los perjuicios para los usuarios y el «deterioro» para el sistema sanitario. «Si esta decisión es una manera de compensar por las precarias condiciones laborales que tienen los profesionales, nos parece que la solución no resuelve la carga de trabajo», añaden. A las quejas de los usuarios -que están teniendo que soportar esperas de cinco horas como las que se formaron en las urgencias del Hospital Clínico durante el pasado día de Nochebuena, según denunciaron fuentes sindicales- se unen las de los profesionales. Desde el sindicato médico lamentaron que el recorte de horarios y sus pésimas consecuencias en el sistema era una situación «que se ha cronificado y no debería» ya que se repite en «todos los periodos vacaciones».

Triplican el número de pacientes

A modo de ejemplo, la tarde del 23 de diciembre se triplicaron las cifras de atención en el Punto de Atención Sanitario (PAS) de Serrería II y, el día 24, realizaron 188 asistencias en el centro y más de 60 a domicilio, lo que supone alrededor de un 50 % más de las cifras habituales de las que, gran parte, eran consultas «no urgentes» que llegaron «por la falta de información de los pacientes sobre el cierre de los centros de salud».

«Al final, si tienes en la puerta a una persona con un problema, se le atiende, pero a costa de las molestias a los profesionales y a los usuarios», añaden desde el sindicato médico que advierten, además, que el colapso, tanto en los PAS, como en urgencias hospitalarias se volverá a dar a finales de semana con el cierre de los consultorios el 31 y el 1.

Pese a todo, el colectivo de profesionales advirtió que las cifras podrían haber sido mucho peores si el cierre a media tarde de los centros de Primaria hubiera coincidido con la llegada de la epidemia de gripe. «La infradotación crónica de la Atención Primaria la están amortiguando los médicos de atención continuada», insistieron. «Si la atención primaria funciona bien, todo va bien, pero cuando falla, todo va mal», añaden. Los refuerzos previstos, en muchos casos, no han sido suficientes por el aumento de la demanda. «Sí hemos tenido en los puntos de atención sanitaria pero menores a las necesidades reales que tenemos», insisten.