La presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, aseguró tras el discurso de Fin de Año del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que siguió la estela de cómo es su Gobierno: «Palabras amables pero cero propuestas». «Dice Puig que su prioridad son las personas, pero después de lo que ha pasado en los últimos días y de hacer un decreto por el que podrán contratar a asesores sin titulación, nos preguntamos si las únicas personas que preocupan al tripartito son sus afines», manifiestó Bonig, quien criticó que «habla de modelo económico, pero los valencianos no pueden esperar a que pasen 30 años, que según el conseller Climent es lo que tardaríamos en tener un nuevo modelo productivo». «Habla Puig de que los padres no pueden pagar los libros de texto de sus hijos, pero las familias aún no han visto ni un euro del Plan XarxaLlibres», lamentó la líder de los populares.

Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Carolina Punset, lamentó que Puig no dedicara ni una palabra a cómo va a resolver el paro, que considera «la madre de todos los problemas, el paro».La líder de Ciudadanos también cuestionó que «el PSPV esté instalado en el titular de prensa y el discurso victimista y peque del enchufismo que criticó del PP». Punset añadió que «lamentablemente, los valencianos han salido de un gobierno del PP, embarrado hasta las trancas en casos de corrupción, para meterse en el actual, que no tiene tantos de esos casos, aunque ya empieza a pecar de los mismos vicios».

La izquierda apoya el mensaje

Los grupos que sustentan al Consell de Ximo Puig valoraron sin embargo positivamente el contenido de su primer discurso de fin de año en el Palau de la Generalitat. El portavoz del grupo socialista, Manolo Mata, reivindicó que al jefe del Consell «le han bastado 180 días para hacer más por los valencianos que los 7.300 que estuvo el régimen del PP. «Por primera vez en 20 años, el foco central del gobierno y el eje de todas sus políticas no es la corrupción, la especulación ni el despilfarro de fondos públicos, sino los problemas reales de las personas».

Mientras, el síndic de Compromís en las Corts, Fran Ferri, defendió que el discurso de fin de año de Puig resumió en pocos minutos el gran trabajo que está haciendo el Consell, poniendo como prioridad absoluta a las personas y su bienestar. «Y desde Compromís compartimos que no puede existir ese bienestar mientras continuemos sufriendo la violencia machista», señaló. Según Ferri, «Puig ha dejado claro que el Consell no sólo está intentando reparar las injusticias del pasado, como el maltrato a las víctimas del metro o a los dependientes, sino que también está poniendo las bases de futuro para el pueblo valenciano».

Por su parte, el síndic de Podemos, Antonio Montiel, afirmó que Podemos estará pendiente para que los «buenos deseos» expresados por Puig se conviertan en «políticas efectivas» en 2016 y valoró que el mensaje conectó «con las inquietudes y demandas expresadas por la sociedad valenciana en las elecciones de mayo y diciembre con referencias a la erradicación de la violencia machista, la corrupción política o la necesidad de mejora de la financiación», aunque lamentó que el presidente no recordara que Podemos ya ha presentado en les Corts una proposición para crear una agencia de lucha contra el fraude y la corrupción. Por su parte, EUPV pidió «coherencia» y que el mismo cambio que propugna Puig como presidente de la Generalitat lo impulse en Madrid defendiendo un gran pacto de progreso y de izquierdas para un nuevo Gobierno, según la coordinador, Marga Sanz.