El informe de fiscalización de la Sindicatura de Comptes, presentado esta semana en las Corts, ha sacado a relucir que las empresas dependientes de la Generalitat finiquitaron 2014 con unas pérdidas de 420,7 millones de euros. La cifra, con todo, es inferior a la que se ha venido registrando durante los últimos años. Así, por ejemplo, 2012 se despidió con unos números rojos de 898 millones en las firmas del Consell, mientras que en 2013 las pérdidas fueron de 577,7 millones. El origen de este descenso radica en el gobierno de Alberto Fabra, que decidió meter la tijera en el sector público empresarial al entrar al Palau. Aprobó Expedientes de Regulación de Empleo, aceleró el proceso de liquidación de mercantiles y fundaciones, y no le tembló el pulso para cerrar RTVV, históricamente uno de los principales agujeros en las cuentas. En 2014, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana ha vuelto a ser la firma que presenta un mayor desequilibrio al despedir 2014 con 148 millones de euros en pérdidas, más de una tercera parte de las pérdidas de todo el sector público empresarial.
