«La mujer del César además de serlo ha de parecerlo y el marido también», con estas palabras cuestionaba la vicepresidenta del Consell y líder de Compromís, Mónica Oltra, el nombramiento de Alberto Hernández, marido de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, como gerente de Egevasa, entidad dependiente de la Diputación de Valencia. Sólo 48 horas después, Hernández comunicaba a la diputación su renuncia al nombramiento para «no perjudicar a la empresa, ni al servicio público que ésta presta».

La polémica, sin embargo, no cesó y el Partido Popular aprovechó entonces para recordar que la pareja del alcalde de Valencia, Joan Ribó, fue fichada por el conseller de Educación, Vicent Marzà, para realizar tareas de asesoramiento en la conselleria gestionada por Compromís. «La comisión de servicio que tiene mi compañera es una más de las miles que concede la Conselleria de Educación a los profesores», defendió ayer Ribó a preguntas de los periodistas que se encontraban cubriendo la celebración de la Pascua Militar. «Ella estaba en un instituto de Valencia y ahora está haciendo un trabajo que acaba el año que viene. Cobra lo mismo, trabaja más horas y su puesto de trabajo está más lejos», reivindicó el alcalde, quien además cuestionó que «el PP tiene necesidad de buscar cortinas de humo para ocultar otras cosas». La pareja sentimental de Joan Ribó tiene plaza de profesora de inglés en un instituto del área metropolitana de Valencia y fue fichada por Marzà dentro del servicio de formación del profesorado. «Tiene los conocimientos de renovación pedagógica en enseñanza de idiomas que precisa el puesto»,quiso zanjar ayer Ribó.

Cuestión de «estética»

La cualificación para el puesto, sin embargo, nunca fue cuestionada por la vicepresidenta del Consell en sus críticas al nombramiento de Alberto Hernández, cuya designación consideró que contaba con «todos los requisitos formales». Hernández es licenciado en económicas y trabajador de Bankia. Sin embargo, Oltra recordó que uno de los ejes del Acuerdo del Botánico se centra «en la transparencia, en la ética pública de lo que es ético y estético». «A mi no me parece estético», sentenció. En la rueda de prensa del Pleno del Consell en la que se produjeron sus declaraciones, Oltra recalcó que «cuando uno entra en política tiene determinadas limitaciones que injustamente a veces limitan las posibles carreras que puedan seguir nuestras familias».

Destacados dirigentes del PSPV cuestionaron la postura de Oltra y recordaban en privado que la vicepresidenta tiene contratado como jefe de gabinete en la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas a su exmarido, Miquel Real. Real es portavoz de Iniciativa y destacado miembro de Compromís. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, anunció esta semana que pedirán la comparecencia de la vicepresidenta en las Corts «para que explique los casos de enchufismo de Compromís en el Consell». «Oltra tiene que aclarar qué le parece la contratación de la pareja del alcalde de Valencia en la conselleria de Educación o los últimos cambios en la fundación Alfons el Magnànim para colocar a una persona de su partido», apuntó en referencia al nombramiento de Vicent Flor.