«Los Reyes Magos este año si que han pasado por Nàquera», decía ayer con entusiasmo Eric Gielen, presidente del AMPA del Colegio público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Emilio Lluch de este municipio del Camp de Túria. Tras una década luchando por la construcción de este colegio, que alberga en barracones a la mitad de sus 470 alumnos, la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas hizo pública en la víspera de Reyes la adjudicación de las obras de reforma y ampliación de este centro escolar por casi 5,3 millones de euros.

Esta adjudicación no es la única que formalizó el Consell en diciembre, pues a la obra de Nàquera hay que sumar el CEIP Regina Violant de Almassora, uno de los 32 colegios de la Comunitat Valenciana integramente en aulas prefabricadas también desde hace 10 años, y el Colegio de Educación Especial (CEE) Sanchis Banús de Ibi.

Los tres están entre los 12 colegios e institutos públicos que licitó en los seis primeros meses del año pasado la anterior Generalitat del PP, por un total de 74,3 millones de euros. La contratación se encargó a la entonces Conselleria de Infraestructuras al estar la empresa pública Ciegsa en proceso de liquidación.

En septiembre, tras las quejas de la federación provincial de Ampa mayoritaria en la escuela pública, FAPA-València, por la paralización de las licitaciones, la Conselleria de Educación de Vicent Marzà, prometió adjudicar dichos 12 centros y subrayó que algunos de ellos forman parte de los centros integramente en barracones cuya construcción es «prioritaria» para el nuevo Consell.

El primer día de clase de este curso, 300 padres, alumnos, vecinos y todas las fuerzas políticas municipales de Nàquera se manifestaron para exigir la adjudicación de las obras. Por la tarde, el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, acudió al colegio para anunciar que se iba a agilizar la adjudicación de la construcción del centro. Prometió también acelerar los trámites para contratar el alquiler de las aulas prefabricadas que albergarán a los alumnos durante las obras, con el fin de hacer el traslado en Navidad, mientras que la construcción del colegio arrancaría en enero.

Traslado en febrero

El primero de los 116 módulos provisionales comenzó a instalarse este pasado lunes y «está previsto que el traslado del alumnado se haga la tercera semana de febrero, que es cuando deben comenzar las obras», apuntaba ayer Gielen. El portavoz mostró la «satisfacción del Ampa porque al final se están cumpliendo los plazos que nos dijo Soler». La previsión es que el nuevo colegio se construya en 18 meses, con lo que debería estar listo para septiembre de 2017.