La fortuna quiso ayer que al menos un vecino de la pedanía oriolana de Torremendo fuera agraciado con el primer premio de la Lotería de El Niño. Fue Jesús Poveda, un camarero de 38 años.

Su suerte cambió durante la mañana de ayer cuando estaba viendo el sorteo a través de la televisión de su hogar y comprobó que él era uno de los agraciados. «Es una felicidad muy grande. Estaba siguiendo el sorteo en directo en casa y es un sueño, una felicidad muy grande. Taparé el agujero de la hipoteca», dijo Poveda.

Poco después se presentó en el bar de Torremendo en el que compró el cupón a través de un punto de venta telemática. Es el establecimiento «D'Aarón», regentado por Pedro Giner, quien levantó ayer la persiana para recibir al ganador del primer premio del sorteo y, como no podía ser de otra forma, brindar y brindar.

En pleno momento de euforia, y cuando todavía casi ni se lo creía, el ganador del primer premio se despidió de los presentes y dijo, visiblemente nervioso, que se marchaba porque «llegaba tarde a trabajar». Poveda está casado y tiene dos hijas, una de cuatro meses y otra de 12 años.