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Especie

Medio Ambiente detecta la mariquita asiática y teme que se convierta en plaga

La conselleria emite una alerta especial frente a esta especie invasora, que puede afectar a la vid

Medio Ambiente detecta la mariquita asiática y teme que se convierta en plaga

La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente ha activado el protocolo de la Red de Alerta Temprana de Especies Invasoras que coordina el Gobierno tras detectar la presencia de la mariquita asiática en Massamagrell.

Según fuentes del servicio de Biodiversidad se trata una especie «muy adaptable, capaz de instalarse en hábitats muy variados, tanto naturales como seminaturales y agrícolas, come prácticamente de todo, dispone de un gran potencial depredador y una alta capacidad de dispersión que la lleva a avanzar entre 50 y 100 kilómetros cada año».

La voracidad de la Harmonia axyridis, nombre científico de la mariquita asiática, ha provocado la utilización de esta especie para el control biológico de las plagas de pulgones y cochinillas. Este podría ser el origen de su presencia en la Comunitat Valenciana, aunque el director general de Agricultura Roger Llanes, asegura que no existe constancia de que haya sido solicitado su uso como agente biológico y que, en todo caso, «es el ministerio de Agricultura quien tiene que autorizarlo con el informe favorable del área de Medio Ambiente». Oficialmente solo se autorizó su uso en invernaderos de Almería„ donde no hay ni rastro de la especie„ hace viente años.

En 2011, la mariquita asiática fue incluida en el catálogo español de especies exóticas invasoras. Por entonces solo se había detectado un par de ejemplares en un jardín del País Vasco (Bilbao 2007) que se atribuyeron a una migración desde Francia. Desde entonces se han registrado nuevas citas en Girona y Barcelona, donde se está expandiendo, así como en Soria, Menorca y Canarias, donde tampoco hubo autorizaciones para su uso en invernaderos.

La ficha de la Harmonia axyridis en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras no ofrece dudas sobre el riesgo de dispersión de esta especie. «Compite y depreda sobre las especies autóctonas» y que tiene «efectos drásticos sobre la agricultura, principalmente en las explotaciones hortícolas y viñedos, hasta el punto de haberse convertido en plaga en algunas zonas», destacan.

Graves daños en las cosechas

Gemma Clos y Seis Suzuki, autores de la ficha de InvasIBER, que financió el Ministerio de Ciencia y Tecnología, explican como esta mariquita, cuyo tamaño supera el de las variedades autóctonas, actúa contra los cultivos: «Generan plagas en los campos fruteros y en sus productos derivados. A finales de verano y otoño cuando los áfidos (pulgones) escasean, empiezan a ocasionar daños en la cosecha. Se alimentan de los frutos (uvas, peras, manzanas) y provocan una pérdida de su valor en el mercado». «En el mercado vitivinícola, añaden„ los alcaloides que contiene H.axyridis afectan al sabor y el aroma del vino al refugiarse en los racimos de uva».

Por último, se caracterizan también por crear grandes colonias en los edificios en los que se refugia para pasar el invierno y a veces se han constatado picaduras y en algunos casos alergias en humanos, según las fuentes.

Sergio Montagud, el entomólogo de la Universitat de València que ha identificado la especie, localizada en Massamagrell por Ferrán García Marí, del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universitat Politècnica de València, destaca la necesidad de intervenir «rápidamente» antes de que esta colonia inicial se expanda y ocurra como con el picudo rojo. «En otros países europeos ya es una plaga y ahora es prácticamente imposible erradicarla», destacó.

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