«Los motivos por los que volvió con él sólo ella los sabía. Es la pregunta que no dejamos de hacernos desde el día de su muerte. Era demasiado buena pero esa relación siempre fue tóxica», señala Yolanda Egea, la hermana mayor de la fallecida. «Esto nos ha destrozado la vida. Los niños están en manos de psicólogos y a mis padres les ha pasado lo peor que les podía pasar, que es enterrar a un hijo», añade con la voz rota por la pena y la rabia. «Y la culpa la tiene la Justicia porque si al final todo queda en un homicidio, y no en asesinato como vamos a luchar por demostrar, no estará más de ocho años en la cárcel. ¿Y eso es Justicia?», se pregunta Yolanda. J. C. P. G.