La optimista imagen con el pulgar hacia arriba con la que posaron en 2007 el patrón de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, el presidente de Valmor Sport, Fernando Roig y el presidente de Bancaja, José Luis Olivas para sellar el contrato que concedía a Valencia la organización de la Fórmula 1 se desmoronó ayer en el Juzgado de Instrucción número 2 de Valencia. Olivas y Roig abrieron la ronda de comparecencias de testigos dictada por la juez Beatriz Sobremonte para indagar en las presuntas irregularidades en la gestión de la Fórmula 1 y la compra de la empresa gestora del evento, Valmor, por parte de la Generalitat.

Y tanto el exjefe del Consell como el empresario apuntaron a Francisco Camps, imputado en la causa, como el «instigador» del evento y el que los llamó para que se sumaran a la organización del Gran Premio de F1 en Valencia, por un plazo inicial de siete años. Aunque Camps, que se representa a sí mismo por su condición de abogado en esta causa, no fue el encargado de preguntar a los dos primeros testigos, ya que delegó en un letrado el interrogatorio y acudió a un acto del Consell Jurídic.

El primero en llegar, y declarar durante media hora, fue el efímero ex jefe del Consell durante 9 meses y ex presidente de Bancaja, José Luis Olivas, que se desmarcó completamente de la gestión de Valmor Sports. Olivas declaró que Bankia sólo era «socio financiero» de Valmor y que no participó en ninguna toma de decisiones. Aunque sí reconoció que la gestora de la F1 carecía de medios y capacidad para organizar el gran premio automovilístico, por lo que tuvo que subcontratar todos los trabajos excepto la instalación de las gradas, la venta de entradas y de la publicidad exterior. Donde sí tuvo un pequeño problema de memoria el ex presidente de Bancaja fue cuando se le interrogó por el aval que el Instituto Valenciano de Finanzas concedió a Valmor en apenas cinco días. Un detalle que el ex banquero aseguró «no recordar».

Por su parte, el empresario Fernando Roig ratificó ante la jueza que la gestión de la Fórmula 1 «era una ruina desde el primero año», a pesar de la buena entrada que tuvo.

Sabían que tenía pérdidas

El también presidente del Villarreal CF explicó que fue el responsable de las cuentas de Valmor durante tres años y que la empresa «debería haber entrado en concurso de acreedores» por sus malos resultados. Una información que trasladaron a la Generalitat que, bajo la batuta de Camps, decidió «comprar el agujero, aunque sabían que tenía pérdidas», convertirse en avalista de Valmor y pagar el canon anual de 26 millones de dólares exigido por Bernie Ecclestone. Después, ya con el aval de Alberto Fabra al frente del Consell, se compró Valmor por 1 euro.