La presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, ofreció ayer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el apoyo parlamentario de su formación para que el PSPV rompa amarras con Compromís y Podemos.

La oferta de Bonig copia la que lanzó tras las elecciones del 20 de diciembre el presidente Mariano Rajoy, quien propuso un acuerdo de gran coalición con PP, PSOE y C's con él de presidente que asegure una mayoría en el Congreso.

Los socialistas la rechazaron en Madrid y Puig también lo hizo ayer en las Corts, un día después de que los socios del Consell acordaran blindar el pacto valenciano ante cualquier alianza que pueda darse en el Congreso para la investidura del presidente.

Bonig, cuyo objetivo evidente es romper el acuerdo valenciano, quiere sacar rédito de la tensión entre PSOE y Podemos. La dirigente popular aseguró que Puig tiene las manos atadas y está «cautivo de sus socios radicales», en referencia a Compromís en el Consell y a Podemos en las Corts, por lo que ofreció estabilidad parlamentaria para que el jefe del Consell «se sienta libre de ataduras».

La lideresa popular añadió que no quiere cargos como contraprestación ni aspira a la vicepresidencia y que sólo ofrece estabilidad en «tiempos difíciles» y ante el órdago separatista que se avecina en Cataluña. «Ante sus socios radicales, elija moderación», pidió a Puig durante la sesión de control al jefe del Consell ayer en las Corts, en la que empleó un tono menos vehemente del que acostumbra. Entre los socialistas, la propuesta generó incluso risas por lo que Bonig tuvo que reclamar «respeto» a su oferta. En el tripartito entienden que Bonig sólo busca desestabilizar el Consell. Tras el debate, dirigentes del PP enviaron mensajes a cargos del PSPV en los que aseguraban que su oferta es «sincera y honesta».

Puig ni siquiera se molestó en dar un 'no'. Respondió que no permitirá un «cordón sanitario» contra una parte de la Cámara, defendió la solidez del Ejecutivo y subrayó que él no es «ni un delegado de Madrid ni de Génova». Un dardo a Bonig para evidenciar el seguidismo al líder de su partido.

La lideresa llegó a asegurar desde la tribuna que estaba convencida de que un acuerdo de gran coalición contaría también con el apoyo de Ciudadanos, ante la sorpresa de la portavoz de esta formación, Carolina Punset, que en los pasillos calificó la propuesta de Bonig de «show». Punset dijo que el ofrecimiento «no es serio» y que la dirigente popular ni siquiera le había informado de que iba a arrogarse también la representación de C's al ofrecer la alianza. Punset recordó que antes de la investidura de Puig el pasado mes de junio ya le ofreció su apoyo para que no recurriera a Compromís.

La vicepresidenta, Mónica Oltra, reprochó después en los pasillos que el PP use las Corts para «desviar la atención sobre la corrupción», en referencia a la operación policial por el caso Castellano.

Por su parte, el síndic de Podemos, Antonio Montiel, replicó que es la «irrelevancia política» de Bonig en el PP la que la lleva a «declaraciones sorprendentes».

Piden la dimisión de Camps

Además, Montiel exigió ayer la dimisión del expresidente de la Generalitat Francisco Camps como miembro del Consell Jurídic Consultiu (CJC) por su relación con el caso Valmor y el coste de los grandes premios de Fórmula Uno.