El PP está convencido de que el debate sobre los símbolos identitarios le reporta beneficios electorales y no piensa arrinconarlo en un cajón. Ayer volvió a demostrarlo. Lejos de olvidar la cuestión de las señas tras la derrota en las Corts, los populares anunciaron ayer que volverán a presentar la polémica ley de señas de Identidad del Pueblo Valenciano que aprobaron la pasada legislatura sin consenso y con el rechazo de los órganos estatutarios. Lo hicieron el mismo día en que la mayoría de izquierdas en la Cámara, con siete votos de Ciudadanos, aprobaban la derogación de la ley. Tras la votación, los diputados del PP desplegaron un mosaico de senyeras coronadas y después las dejaron bien visibles ante el escaño. A la escena, respondieron con aplausos y reproches muchos de los diputados de PSPV, Compromís y Podemos. Incluso el conseller de Educación, Vicent Marzà, hizo un amago de levantarse para fotografiarse con el PP, aunque un gesto de la vicepresidenta, Mónica Oltra, le hizo dar marcha atrás.

En el debate, el diputado Jorge Bellver acusó a los grupos de izquierdas de «traición al pueblo valenciano» y de creer en los Països Catalans, mientras desde los escaños de Compromís, PSPV, Podemos y un sector de Ciudadanos le acusaban de hacer «el ridículo». El coportavoz de C’s, Alexis Marí, incluso respondió airado a Bellver al asegurar que traicionar a los valencianos es lo que hacían los anteriores gobiernos «mientras robaban y mentían». La síndica, Carolina Punset, aseguró que la seña de identidad del PP es «la malversación». Siete diputados de C’s apoyaron la derogación mientras otros seis se abstenían. Punset dijo que estaba pactado porque era necesario apoyar la derogación, pero su grupo quería dar un toque de atención a los consellers o alcalde que se ponen de perfil o alientan ataques al Estatuto.

«Electoralista e inútil»

El síndic socialista, Manuel Mata, aseguró que la norma derogada era «electoralista e inútil» y el diputado de Compromís, Josep Nadal, cantante de la Gossa Sorda y a quien Bellver reprochó que en su blog que se refiriera al «azul de los cojones en la senyera», aseguró que la ley sólo buscaba «enfrentar» a los valencianos. El diputado de Podemos Antonio Estañ calificó la ley de señas de «vergonzosa huída hacia adelante» y reprochó al PP que adoptara «la vieja solución de un partido acosado por la corrupción para intentar minimizar la debacle electoral», remató.

Utilización partidista

El conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, lamentó la «utilización partidista» que el PP hizo ayer de la Senyera de los valencianos con su exhibición en los escaños, una iniciativa que para el PSPV hizo parecer el hemiciclo a una plaza de toros y para Podemos a un «tifo» en un campo de fútbol. Aún así, la ley de señas de identidad aún no ha escrito su última palabra.

Morera evita que Lo Rat se siente en el balcón de invitados

Ocho representantes de Lo Rat Penat, a los que el PP había invitado a presenciar en directo el debate sobre la derogación de la ley de señas de identidad, tuvieron que conformarse con seguirlo desde una sala anexa y por el circuito interno de televisión. Ninguno de ellos pudo sentarse en el balcón de invitados. El presidente de las Corts, Enric Morera, les transmitió que no había espacio en la zona superior, copada por altos cargos. En realidad, había hueco.