Iberdrola revisó durante 2015 cerca de 13.000 kilómetros de sus líneas eléctricas en la Comunitat Valenciana para reforzar la seguridad del suministro y mejorar la calidad del servicio. Según la empresa se han inspeccionado líneas de muy alta, alta y media tensión. De los 13.000 km de línea revisada, 5.000 kilómetros de tendido corresponden a la revisión ordinaria para detectar las anomalías más habituales (como rotura de aisladores o daños por rayos); en otros 3.000 kilómetros de línea se ha hecho un reconocimiento para detectar posibles anomalías y en los 4.600 km restantes se ha realizado una comprobación a través de infrarrojos. Gracias a esta técnica se mide la temperatura y se pueden detectar aquellos puntos con niveles inadecuados.