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Medio Ambiente

El plan de inundaciones del Gobierno olvida las presas pendientes en el Júcar

El presupuesto de actuaciones asciende a 60,7 millones e incluye el riesgo en las zonas costeras

El plan de inundaciones del Gobierno olvida las presas pendientes en el Júcar

El Consejo de Ministros aprobó en su reunión de ayer el Plan de Gestión de Inundaciones en el Júcar que incluye por primera vez medidas para paliar el riesgo que afecta a las zonas costeras como consecuencia del cambio climático y contempla inversiones de algo mas de 60 millones en diversas actuaciones de prevención, protección, preparación y recuperación de las zonas fluviales y costeras identificadas.

El Plan de Gestión del Júcar supone también en la práctica la congelación de varios proyectos pendientes para culminar el Plan de Defensas del Júcar y la construcción de la presa de Vilamarxant, a los que tan solo dedica una minúscula partida para estudios.

El plan aprobado nace en respuesta a la directiva europea de Inundaciones traspuesta al ordenamiento español en 2010.

Desde esa fecha, la Confederación Hidrográfica del Júcar ha trabajado en la identificación de las Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs) para las que ha elaborado sus respectivos mapas de peligrosidad y mapas del riesgo de inundación. La última fase de este trabajo fue definir los Planes de Gestión del Riesgo.

En el territorio integrado en la Demarcación Hidrográfica del Júcar, el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación tiene un presupuesto de 60,7 millones de euros que debería ejecutarse, con la colaboración de las diversas administraciones, de aquí a 2021, según explicó en rueda de prensa la ministra Isabel García Tejerina.

Las medidas de prevención están dotadas con 19,9 millones (un 33 %), seguidas de las de protección con 15 millones (25 %), preparación, con 13,8 millones que suponen el 23 % del total, y recuperación, presupuestadas en 12 millones que representan el 20 %.

En la redacción de los planes se ha trabajado conjuntamente con la Oficina Española de Cambio Climático y, por primera vez, se incorpora esta variable a los planes, que cuentan con un presupuesto nacional de 800 millones de euros.

Los trabajos previos a la elaboración del plan de gestión han identificado 28 tramos del litoral con riesgo de inundación marina.

Los cálculos realizados se basan en un escenario de subidas de 20 centímetros del nivel del mar en 2050 que en los escenarios más pesimistas de emisión de gases de efecto invernadero podrían dispararse hasta 86-96 centímetros en el año 2100.

El Plan de Gestión de Inundaciones es heredero de nuevas directrices surgidas en el ámbito internacional en los últimos años y en especial del «Flood Risk Management» de la Unesco, con principios como el de que la «protección absoluta no es posible» y que hay que planificar «teniendo en cuenta los accidentes». Consideran determinado tipo de inundaciones como «algo deseable», sobe todo en llanuras, donde aportan suelo fértil y espacios de gran valor ambiental.

«Darle espacio al río„ asegura Unesco„ reduce la posibilidad de inundaciones en otras áreas».

Estas y otras directrices modifican la «doctrina» vigente» hasta hace unos años. Entre las consecuencias de estos cambios conceptuales figura una reducción sustancial de las medidas estructurales como presas, encauzamientos, diques, etc., que tienen que ir acompañadas siempre de estudios coste-beneficio.

200.000 euros para tres estudios

En este contexto, el plan tan solo dedica 200.000 euros al «desarrollo y análisis de viabilidad ambiental, económica y social» de las presas de Montesa y Sellent en el Júcar y la de Vilamarxant en el Turia. Las presas de la cuenca del Júcar estaban incluidas en el Plan de Defensas de este río elaborado a raíz de la tragedia de Tous mientras que la de la Vilamarxant, en el Turia, formaba parte del proyecto del Plan Sur de Valencia.

Hay actuaciones estructurales previstas en Benicarló, Nules, Castelló, Quart de Poblet, Aldaia, río Turia, barranco del Poyo, Júcar y Marina Alta, entre otras, que en gran parte ya fueron declaradas obras de interés general del Estado en el Plan Hidrológico Nacional.

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