«Querido contribuyente, pase por ventanilla y pague». Una misiva similar, eso sí, más adornada, y con lenguaje administrativo, recibirán próximamente los cerca de 800 valencianos y valencianas a los que la Conselleria de Hacienda ha 'cazado' tratando de evitar pagar el impuesto de patrimonio, aquel que grava las grandes fortunas (propiedades al margen de la vivienda habitual ) cuyo valor supera los 600.000 euros.

En una iniciativa pionera, el departamento que dirige Vicent Soler quiere coger el toro por los cuernos y citar uno a uno a los presuntos defraudadores para reclamar el pago de un impuesto al que los gobiernos del PP renunciaron durante años con bonificaciones. Cuando el drama de las cuentas públicas ya era notorio, el Consell de Alberto Fabra optó por rescatar el impuesto en un intento desesperado de aumentar la recaudación. Sin embargo, tras años en la que la Comunitat Valenciana llegó a ser para muchos una especie de paraíso fiscal, ha habido resistencia a cumplir con el fisco.

Los evasores fiscales, sin embargo, no contaban con que la Dirección General de Tributos aplicaría un método que, aunque parezca increíble,no se había utilizado hasta ahora: el cruce de datos. En concreto, ha cruzado los datos de declarantes del Impuesto de Patrimonio en el ejercicio de 2007 (último ejercicio anterior a la bonificación aplicada por el PP) con los que declararon en 2012. La conclusión fue un vacío de 1.802 contribuyentes. Transcurridos cinco años, varias causas podrían justificar que tantos valencianos hubieran dejado de declarar. Tras purgar los datos (se han descartado las personas fallecidas o aquellas que han cambiado de domicilio fiscal) Hacienda ha llegado a la conclusión de que la mitad, 800 valencianos, deberían haber presentado la autoliquidación en el ejercicio de 2012.

Para aclarar la situación de estas personas, se ha optado por citarles una a una con fecha y hora fijada con antelación. Es decir, pasarán por ventanilla y, si no logran justificar su empobrecimiento repentino, deberán pagar, multa incluida. Según fuentes de Hacienda esta campaña, enmarcada en el anunciado Plan de Choque contra posibles defraudadores, tiene un doble objetivo. De un lado, mejorar la información y la asistencia y, de otro, optimizar la gestión y empleo de recursos de una forma más eficiente al evitar las colas y colapsos. Hacienda también busca con este tipo de campañas disuadir a los posibles defraudadores. De momento, el foco se ha puesto en 2012, pero se revisarán también los siguientes ejercicios.

Lo cierto es que luchar contra el fraude en el impuesto que grava las grandes fortunas se ha convertido en un objetivo prioritario. Precisamente, el año pasado, último de Gobierno popular, Hacienda anunció que ese año la inspección fiscal se centraría en este impuesto. Formaba parte del Plan de Control Tributario de 2015.

El anuncio tuvo lugar en un contexto sangrante en relación a los tributos cedidos. El informe entonces disponible de la Inspección General del Ministerio de Hacienda de 2014 donde se revisaba la gestión de las comunidades autónomas en materia de tributos era demoledor.

Tal como en su día informó este diario, el documento afimaba que en materia del impuesto sobre Patrimonio «no se giran liquidaciones complementarias». Y detalló que de las 18.516 declaraciones presentadas en la C. Valenciana en el ejercicio de 2012 no se ha realizado ninguna actuación ni en gestión ni en inspección. Tampoco en 2013.