La junta directiva de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana anunció ayer que va a iniciar lo trámites que permitan «solicitar la colaboración de las administraciones públicas para poder dar un fin social a la carne de caza», según anunció ayer en un comunicado.
El mismo día en que Levante-EMV contaba la historia de una familia valenciana necesitada que está recibiendo animales de caza después de haber realizado un llamamiento a los cazadores con un anuncio en internet, el presidente de los cazadores ha reaccionado. Vicente Seguí afirma que el propósito de su organismo es que la carne de caza de actuaciones de control de superpoblación de especies y de algunas competiciones deportivas que organizan diferentes clubes y la propia federación pueda donarse a entidades que trabajan con colectivos en situación de vulnerabilidad. «Es la forma de poner nuestro granito de arena ante la complicada situación de alimentación que muchas familias están atravesando», cuenta Seguí a este periódico.
Su predisposición existe. Ahora falta por articular el mecanismo. Seguí precisa que tienen que conocer la normativa que deben seguir para la donación a estas entidades sociales. Por ello, prefieren ser «prudentes» y no crear expectativas que no se puedan cumplir o tarden más de lo deseado.
Con este fin, la federación autonómica de caza informa de que a través de su delegación en Castelló mantendrá una reunión con responsables de las conselleries de Agricultura y Medio Ambiente, y Sanidad Universal y Salud Pública para saber qué procedimiento debe seguirse. Sin ninguna intención de ir por libre, el presidente de los cazadores subraya que, por el tipo de carne y el destino que se le quiere dar, «deben cumplirse determinadas exigencias legales». «Nosotros aportaríamos el suministro y la Generalitat debería articular el procedimiento», recalca Seguí.
La primera reunión entre la Administración y la Federación de Caza servirá para conocer la normativa, valorar las posibilidades de establecer el protocolo de donación o el acuerdo con la administración, así como con diferentes entidades de toda la autonomía.
Una práctica de toda la vida
La federación „con 40.000 cazadores federados que pertenecen a medio millar de clubes„ recuerda que la donación de animales cazados «es algo que se hace habitualmente en la caza menor, con especies como el conejo o la perdiz, que se regalan a familiares, amigos y vecinos». En el caso de caza mayor, como el jabalí, siempre es necesario que pase un control sanitario que descarte la presencia del parásito que causa la triquinosis. Vicente Seguí apunta que el colectivo de cazadores quiere volcarse en esta iniciatva. «Estamos a expensas de lo que nos indique el Consell», zanja.
