El informe del área de Personal de la Diputación de Valencia que ha servicio de base para designar al Profesor de Sociología, Vicent Flor, como gestor del Institut Alfons el Magnànim (IAM) revela un empate técnico entre éste y Eduard Mira, otro de los destacados aspirantes al puesto. El documento de quince páginas, al que ha tenido acceso Levante-EMV, muestra cómo, después de un repaso por los doce currículos aceptados, se llegó a la conclusión de que «los perfiles profesionales más adecuados a los requisitos profesionales establecidos para su valoración» fueron los presentados por Vicent Flor y el también sociólogo Josep Eduard Mira.

La balanza se inclinó a favor del primero porque «se tiene que elegir un único candidato» y se consideró «más idóneo» el perfil de Flor «por su experiencia en la publicación de colecciones bibliográficas, su mayor conocimiento de la Administración y globalmente en sus condiciones curriculares». No hubo, sin embargo, ningún baremo para puntuar el currículum de los aspirantes, tal como en su día denunció en las páginas de este diario el escritor Eduard Mira.

El informe, que lleva la firma del jefe del Servicio de Personal y del diputado de Administración General y Transparencia, el socialista José Ruiz, no se había difundido hasta ahora. El grupo popular lo ha solicitado sin éxito. Según las fuentes consultadas, desde Transparencia se consideró que no procedía porque el documento contiene datos personales de aspirantes que no han sido seleccionados y a los que no se les pidió permiso para difundirlos.

Tal como ha venido informando este diario, el nombramiento de Flor, un pensador afín a la vicepresidenta del consell, Mónica Oltra, ha generado desavenencias entre los socios de la diputación que preside Jorge Rodríguez. En realidad, el origen de las desavenencias se remontan al fallido nombramiento del marido de la consellera de Sanidad para dirigir la empresa mixta Egevasa. Desde Compromís se afeó el nombramiento (cuota del PSOE, según el pacto de los socios de la diputación), lo que generó malestar en las filas socialistas. La elección del director del Magnànim debía ser terreno de Compromís, como así fue. Sin embargo, algunos aspectos del proceso no han gustado al PSPV, entre ellos, la nómina para Vicent Flor de 68.000 euros, superior a las del presidente Ximo Puig.

Al margen del salario (Rodríguez ha pedido al diputado de Cultura, Xavier Rius, que lo reduzca), el proceso también ha sido controvertido. El PP quiere impugnarlo, entre otras cosas, porque se contravinieron los estatutos al no pasar la propuesta por el consejo de administración. Luego está el propio concurso ofertado en el BOP, pero sin un baremo ni una evaluación externa, lo que, en palabras del PP, lo convierte en un «paripé».

El informe tiene como punto de partida la base cuarta del concurso donde se definía el perfil profesional. Así, se valoraría la experiencia en puestos de jefatura en gestión cultural orientada a la dirección de colecciones bibliográficas; la experiencia docente en Sociología, Políticas, Antropología o Filosofía; y la experiencia en puestos de la Administración.

Tanto Flor como Mira aportaron un extenso currículum, pero a pesar de que al segundo se le admite una gran experiencia y preparación en puestos de jefatura en gestión cultural «no se encuentra acreditada experiencia en la dirección de colecciones bibliográficas».